¿Qué es la microbiota?
¿Qué es la microbiota?
La microbiota es el conjunto de microorganismos vivos presentes en nuestro cuerpo.
Cada una de las zonas de nuestro cuerpo cuenta con una microbiota específica adaptada a unas condiciones determinadas. No es lo mismo la microbiota de nuestra piel que la de nuestro intestino, la de la vagina o la de la cavidad nasal.
El 95% de los microorganismos presentes en nuestro cuerpo se encuentran en el intestino. Por ello, la microbiota también es conocida como microflora, como flora intestinal o como flora humana.
¿La microbiota cambia a lo largo de la vida?
La microbiota se desarrolla y varía a lo largo de la vida iniciándose su presencia en el organismo durante la gestación y el parto.
En la infancia y con la introducción de la dieta sólida esta microbiota empieza a aumentar su diversidad. Asimismo ésta se sigue desarrollando en la pubertad, con la aparición de las hormonas sexuales, siendo la edad adulta el momento en que se tiene una microbiota más estable y, a la vez, más diversa.
Ahora bien, a medida que envejecemos, la diversidad microbiana puede disminuir de manera natural.
Sin embargo, no solo la edad condiciona nuestra microbiota, sino que existen otros factores y hábitos que condicionan su diversidad provocando que pueda ser más sensible o sufra periodos de desequilibrio.
Los otros factores que pueden provocar cambios y desequilibrios en la microbiota son los siguientes:
- Infecciones
- Formas de cocinar y hábitos alimentarios
- Consumo de fármacos (antiácidos, antibióticos o antidiabéticos, entre otros)
- Estilo de vida y entorno, como la actividad física o el estrés
¿Qué ocurre cuando la microbiota se desequilibra?
El equilibrio de la flora intestinal es muy importante para evitar alteraciones como por ejemplo:
Funciones de la microbiota
Las funciones de la microbiota intestinal son numerosas y van mucho más allá del intestino:
Defensa
La microbiota tiene como función defender al cuerpo de aquellos microorganismos que son dañinos. Asimismo, muestra al sistema inmunitario qué sustancias son sanas o perjudiciales para el cuerpo. Por otro lado, tiene la capacidad de degradar las toxinas.
Nutrición
Respecto a la nutrición, permite que algunos alimentos sean digeridos, como las fibras alimentarias. Se trata de sustancias que las personas no pueden digerir por sí mismas. Además, cuando esto ocurre y las fibras alimentarias son descompuestas, se producen moléculas importantes, como los ácidos grasos. En estos casos, los beneficios se extienden más allá del sistema digestivo. Igualmente, la microbiota facilita la absorción de minerales, como el calcio, el magnesio y el hierro. Y, también, sintetiza algunas vitaminas y aminoácidos, como la vitamina K.
Comportamiento
En relación con el comportamiento, cabe destacar que la flora intestinal puede llegar a influir en el comportamiento y en el estado de ánimo.
Teniendo en cuenta lo importante que es que la microbiota se mantenga equilibrada, además de apostar por hacer ejercicio y seguir una dieta sana, es posible consumir algunos productos que permiten que esta se desarrolle de forma adecuada. Uno de ellos es Qbiotics Inmunidad, cuyos activos se van liberando a lo largo del día para favorecer cada una de sus funciones poco a poco. Sus componentes, como el zinc o la vitamina C, fortalecen el organismo y ayudan al sistema inmunitario a trabajar con normalidad.
Datos sobre la microbiota
El equilibrio de la microbiota es esencial, ya que un 90% de las enfermedades se pueden relacionar de algún modo con la salud de la misma.
Para presumir de una flora intestinal sana, son necesarias la estabilidad, la riqueza y la diversidad de la misma. Por ello, es esencial tener en cuenta aquellos factores en los que se puede influir con el fin de proteger el cuerpo y su funcionamiento, como la alimentación o el ejercicio físico. Una de las razones es que lo que una persona come, no solo la alimenta, sino que también la nutre de millones de microorganismos que viven en su intestino. Si se busca que este tenga buena salud, los probióticos o las fibras prebióticas son imprescindibles para conseguirlo.
Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se aportan en las cantidades necesarias ejercen un efecto beneficioso ayudando a recuperar el equilibrio de la microbiota.
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