Digestión lenta: causas y síntomas
Los problemas de digestión lenta son cada vez más frecuentes. Una forma incorrecta de ingerir los alimentos o una alimentación inadecuada pueden ralentizar nuestra digestión, aunque a veces la digestión lenta se puede dar en personas que se alimenten de una forma apropiada.
Cuando hacemos la digestión, los alimentos se transforman en moléculas más pequeñas, los llamados nutrientes que pasan a la sangre. Una vez allí, nuestro cuerpo puede utilizarlos como energía o para el crecimiento de los tejidos, cuando este proceso no se realiza de forma correcta, decimos que el intestino es lento o inactivo.
Causas de una digestión lenta
Las causas de una digestión lenta son variadas y están relacionadas fundamentalmente con el tipo de alimentación y con la forma de ingesta de los alimentos. En estos casos, la modificación de los hábitos alimentarios puede conseguir que regularicemos nuestra digestión. Entre las causas de una digestión lenta se encuentran:
- Una alimentación inadecuada. La ingesta excesiva de comida rápida y alimentos procesados es perjudicial, ya que poseen altos contenidos de grasas saturadas, azúcares, aditivos y sal. También los alimentos picantes, fritos y rebozados pueden causar una digestión lenta, así como el exceso de bebidas carbonatadas, cafeína y alcohol.
Tampoco es recomendable excederse en el consumo de alimentos que contengan fibra insoluble, como las legumbres o los cereales integrales, ya que pueden ralentizar la digestión.
- Las comidas copiosas, como las navideñas, también pueden causar una digestión lenta. En estos casos se recomienda comer con moderación.
- Comer con excesiva rapidez. No solo importa lo que comemos, sino también cómo lo comemos. La rapidez en el proceso puede causar una digestión lenta. Si tragamos los alimentos sin apenas masticarlos el estómago se verá obligado a segregar más jugos gástricos de los debidos, produciéndose molestias y acidez estomacal. Una ingestión rápida de los alimentos puede también ocasionar la deglución de aire y con ella la producción de gases. Por otra parte, al masticar bien los alimentos producimos más saliva, que desempeña un papel fundamental en la digestión, puesto que envuelve los alimentos facilitando su paso por la boca, la faringe y el esófago. Además, la amilasa de la saliva facilita la digestión de los hidratos de carbono.
- Realizar actividades físicas intensas inmediatamente después de comer. Nuestro organismo necesita sangre para hacer la digestión y si realizamos ejercicio después de comer, parte de la destinada a la digestión acudirá a los músculos, por lo que podemos ralentizarla.
- El estreñimiento y la diarrea también pueden causar una digestión lenta.
- También el estrés y la falta de ejercicio pueden ser la causa de una digestión lenta.
- Asimismo, la edad y situaciones concretas como el embarazo o el consumo de determinados medicamentos pueden hacer también que nuestra digestión sea lenta.
Síntomas de la digestión lenta
Los síntomas de una digestión lenta son numerosos y no tienen por qué darse todos al mismo tiempo:
- Sensación de tener el estómago lleno nada más empezar a comer. Esta sensación de llenado es totalmente desproporcionada en relación con la cantidad de comida ingerida, lo que puede hacer que no puedas terminar de comer.
- Sensación de saciedad después de la comida que dura más de lo debido.
- Molestias en el estómago: dolor, hinchazón o ardor.
- Reflujo, que se produce cuando el contenido del estómago vuelve al esófago irritándolo. Esto puede producir una sensación de ardor.
- Náuseas o ganas de vomitar.
- Estreñimiento o diarrea.
- Gases.
Así pues, una alimentación sana, equilibrada y moderada, la adecuada masticación de los alimentos y un ritmo de comida correcto son algunos de los factores que pueden contribuir a que los problemas de digestión lenta desaparezcan. Sin embargo, a veces se produce por situaciones coyunturales como el estrés o una medicación determinada. En estos casos, tampoco tenemos que soportar hinchazón, dolor o inflamación del estómago. Complementos como Aquilea Digestivo aportan un bienestar digestivo completo. Entre sus componentes se encuentran:
- Hinojo, una planta silvestre con numerosas propiedades medicinales que equilibra el sistema digestivo, combate los trastornos provocados por una mala digestión, reduce la inflamación y favorece la eliminación de gases. Estimula además la motilidad y secreción gástricas.
- Papaya, fruta carnosa originaria de México que se produce también en el Caribe. Contiene una enzima llamada papaína que facilita la digestión. Además, ayuda a digerir comidas pesadas. Su alto contenido de agua y fibra facilitan la regularidad del tracto digestivo y previenen el estreñimiento.
- Jengibre, cuyos gingeroles actúan en el estómago y en el intestino contra los espasmos, la flatulencia y las náuseas.
- Contiene también enzimas digestivas (proteasa, lipasa) que descomponen los polímeros de los alimentos en moléculas más pequeñas para que puedan absorberse fácilmente.
- Calcio, para que se pueda neutralizar el PH ácido del estómago.
Una digestión lenta que se produzca de forma aislada no es preocupante; sin embargo, si se repite es preciso actuar sobre el problema para que no se cronifique. Un producto natural como Aquilea Digestivo es el ideal para ayudarnos a resolver este molesto problema.
Fuentes:
Ingestión - Síntomas y causas - Mayo Clinic. (2021, 24 septiembre). https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/indigestion/symptoms-causes/syc-20352211
Tavares, D. D. S. (2017, 16 enero). Cómo mejorar la digestión lenta. www.mundodeportivo.com/uncomo. https://www.mundodeportivo.com/uncomo/salud/articulo/como-mejorar-la-digestion-lenta-39721.html
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