Consejos para los sofocos de la menopausia
La menopausia es la fase de la vida de la mujer en la que deja de tener menstruaciones. Supone un cambio hormonal relevante en el organismo femenino, debido principalmente a que los ovarios detienen su producción de estrógeno y progesterona, dos hormonas de gran importancia.
Síntomas de la menopausia
Algunos de ellos son la aparición de sudores nocturnos, la dificultad para conciliar el sueño, el aumento de peso, la fatiga, la sequedad vaginal y los conocidos sofocos de la menopausia.
También pueden aparecer muchos otros, como los cambios de estado de ánimo, los escalofríos, cambios de tensión, incomodidad generalizada y malestares repentinos sin causa aparente.
Por lo general, la premenopausia suele anunciarse con la aparición de períodos menstruales irregulares. La menopausia suele empezar tras los 45 años, si bien puede haber variaciones y en algunas mujeres puede adelantarse y en otras tardar más en aparecer.
Los sofocos durante la menopausia
También se denominan calores o bochornos. Se caracterizan por una sensación de calor y ansiedad que aparece de manera repentina y sin ninguna causa específica. Suelen venir acompañados de palpitaciones y sudoración y provocan un aumento del flujo sanguíneo en el rostro, el cuello y el tórax.
Los sofocos en la menopausia no son un problema médico en sí, sino la reacción natural y ocasional del organismo a una serie de cambios hormonales y fisiológicos. Estos sofocos o calores suelen ser más frecuentes e intensos en los primeros dos años de la menopausia, reduciéndose a partir de entonces tanto en frecuencia como en intensidad, llegando a desaparecer por completo para muchas mujeres.
Con independencia de que los calores de la menopausia no supongan un cuadro clínico relevante, lo cierto es que generan malestar, sobre todo si se dan a la noche e impiden un correcto descanso nocturno, tan importante para nuestro cuerpo y nuestra mente. Por lo tanto, es adecuado saber cómo prevenir, en la medida de lo posible, este síntoma.
Maneras de prevenir los sofocos durante la menopausia
Aunque los sofocos de la menopausia a veces aparezcan sin ningún tipo de causa, algunos factores pueden hacer que se desencadenen o que lo hagan con más fuerza. Vigilando estos aspectos podemos reducir el número e intensidad de los sofocos.
Factores anímicos
- El estrés. Sea cual sea su causa, puede suponer mayor número de sofocos al presionar nuestro sistema nervioso con preocupaciones diversas.
- La ansiedad. Ya está presente en ocasiones en las propias sensaciones asociadas al sofoco, pero si la ansiedad es generalizada en nuestra vida, servirá para aumentar la intensidad de esos calores o bochornos.
- La depresión. Un estado anímico depresivo también mantiene nuestro sistema nervioso más vulnerable y sirve de desencadenante para reacciones físicas, entre las que pueden estar los sofocos.
- Irritabilidad, discusiones, enfados. Actúan de manera similar al estrés, ya que de hecho suelen ser situaciones de por sí muy estresantes.
Factores ambientales
Las altas temperaturas facilitan que nuestro cuerpo se sienta sofocado y que aumenten las posibilidades de que reaccionemos sintiendo uno de estos calores. Conviene tener temperaturas ambientales moderadas. También es de utilidad mantener un ventilador cercano a la cama para los sofocos de la menopausia nocturnos.
Asimismo, una ducha con agua fría a lo largo del día puede ayudar a prevenir los bochornos típicos de la menopausia. En el caso de que los padezcamos sobre todo por la noche, tomar esa ducha con agua fría o templada que nos refresque antes de dormir puede ser de mucha ayuda.
Durante el día podemos bajar la temperatura de nuestro cuerpo mojando con agua fría nuestras muñecas o aplicando compresas con agua fría sobre nuestro cuello o sobre el rostro, ya sea en la frente o en las mejillas.
Factores dietéticos y de estilo de vida
Conviene evitar el tabaco, el alcohol y reducir las sales en la dieta, ya que todos estos factores incrementan la tensión sanguínea. Es vital tener el cuerpo bien hidratado a lo largo de toda la jornada para combatir los sofocos en la menopausia.
Mantener un peso saludable y evitar el sedentarismo ayudará no solo con los sofocos, sino con muchos otros síntomas y cambios llegados con la menopausia. Además, podemos añadir a nuestra dieta un suplemento como Aquilea Qbiotics Menopausia, que contiene una minuciosa combinación de probióticos que ayudan a equilibrar la microbiota. Esto es de gran ayuda durante la menopausia, porque la reducción del nivel de estrógenos facilita la inflamación y permeabilidad intestinal.
Debido a las hormonas, durante esta fase de la vida de la mujer puede ocasionar aumento de peso, hipertensión e incluso diabetes. Aquilea Qbiotics aporta lúpulo, vitaminas D3 y K2 y prebióticos como es el caso del cromo. Mediante esta combinación se ayuda a restituir el equilibrio a nivel intestinal, combatiendo varios de los síntomas de la menopausia, incluidos los sofocos.
Si bien los sofocos en la menopausia no suponen un problema de salud, el malestar asociado a los mismos hace que merezca la pena combatirlos, tanto con un mejor estilo de vida y con algunos consejos prácticos, como recurriendo a productos de calidad que suponen una ayuda excelente.
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