Consecuencias del exceso de trabajo

El crecimiento personal de todo individuo está sujeto siempre al cumplimiento de distintas necesidades y aspiraciones. En ese ámbito, el trabajo es una actividad esencial para el desarrollo integral de toda persona, pues no solo le permite ampliar y formar capacidades para la vida y oficios en específico, sino que también sus resultados ejercen una influencia alrededor que generalmente termina significando importantes avances para la familia y la sociedad.

Aun así, como es bien sabido, incluso con relación a las distintas actividades cotidianas, nada en exceso es bueno. Las obligaciones personales o responsabilidades profesionales del día a día no deberían suponer una transgresión a otras necesidades que se tiene como individuo. El exceso de trabajo puede representar una amenaza importante a la salud física y, en especial, la emocional, y a largo plazo dificultar el alcance de la calidad de vida que se aspira.

Desde un inicio, es importante tener en cuenta las distintas consecuencias de las que se puede ser víctima con el exceso de trabajo y, por supuesto, tomar en consideración las recomendaciones necesarias para saber cómo hacerle frente y alcanzar el equilibrio integral y un bienestar emocional estable.

Efectos negativos de ser workaholic

Hay distintas razones que motivan a los profesionales o empleados a hacer algo común en sus rutinas, la sobrecarga de trabajo, principalmente porque las llamadas horas extras suponen ingresos adicionales. Sin embargo, ocupar más tiempo del recomendado para los oficios laborales expone al trabajador a importantes trastornos psicológicos y costumbres algo perjudiciales para la salud, algunas de las cuáles se describen a continuación:

• Afecciones emocionales: como el estrés por la exposición a la presión laboral; la ansiedad por plazos destinados para las tareas; o la depresión al atravesar bajadas de rendimiento. Al pasar más horas enfocados en el trabajo, se pierde la oportunidad de pasar tiempo con familiares y amigos, y es común que surja un sentimiento de soledad y desánimo.
• Incidencia en otros excesos: en ocasiones, para paliar las afecciones emocionales generadas por el exceso de trabajo se incurre en el abuso de ciertas sustancias, como el café, el tabaco o el alcohol, que lejos de combatir dichos trastornos, pueden generar efectos pocos saludables para el cuerpo y mente.
• Pérdida de capacidades: ante el exceso de trabajo, relacionadas con la memoria, el aprendizaje y la concentración, consecuencias que terminan por afectar al propio desempeño en el cumplimiento de tareas.
• Síndrome de desgaste profesional: también llamado coloquialmente “síndrome del quemado”, que se da a partir de una exposición prolongada al estrés y que origina el exceso de trabajo. Tiene consecuencias como fatiga crónica o trastornos psicológicos serios.
• Desarrollo de hábitos poco saludables: destinar por costumbre horas adicionales al trabajo supone un descuido de otros aspectos necesarios para el bienestar del cuerpo y la mente, como lo son el descanso, la alimentación y el ejercicio físico. Los problemas para dormir, una dieta desequilibrada y el sedentarismo, respectivamente, son sus efectos directos, lo que a su vez genera consecuencias perjudiciales para la salud.
• Afecciones de salud general: por supuesto, la exposición a la totalidad de los efectos antes descritos terminan por incidir directamente en la salud y contribuyen al desarrollo de afecciones como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, tensiones musculares, articulares y óseas, además de problemas gástricos.

Consejos en caso de tener exceso de trabajo

En principio, lo más recomendable para todo personal técnico o profesional de cualquier oficio es evitar exceder las ocho horas de trabajo al día, con sus respectivos y acordados días de descanso a la semana.

Sin embargo, hay ciertas situaciones en las que algunas personas se ven obligadas a cumplir con horas extras, ya sea porque requieren dinero adicional ante una eventualidad o emergencia, porque el tipo de trabajo lo exige, o porque simplemente no hay otra persona que pueda desarrollar esa labor en un momento determinado. Frente a esos casos es importante saber cómo hacerle frente a la presión que ello implica y evitar males mayores.

Al verse expuesto al exceso de trabajo es necesario identificar las fuentes de efectos nocivos que inciden en el bienestar emocional y tratar de reducirlos al máximo. Algunas de las claves son llevar una dieta saludable, mantenerse hidratado, tomar pequeños turnos para estiramientos y pequeños descansos, Además es altamente recomendable hacer actividad física que hace bajar el cortisol (hormona marcadora del nivel de estrés) y aumenta los niveles de endorfinas (hormonas relacionadas con estados de felicidad y calma). Se han encontrado beneficios similares al hacer ejercicios de “mindfulness” yoga o relajación.

La interacción social se ha visto que baja los niveles de estrés y ayuda a paliar sus síntomas (es por ello que durante las restricciones sociales de la pandemia se han agravado las consecuencias negativas del estrés en los trabajadores), así que estaría muy recomendado estar en contacto con familiares y amigos para desahogarse y evitar la saturación.

A su vez, el trabajador puede valerse de fórmulas o suplementos que contribuyan a generar un equilibrio emocional, mantener sus capacidades y rendimiento, y disminuir efectos que afectan de manera inmediata su bienestar físico. Una opción recomendable es Aquilea QBiotics Bienestar emocional, el cual es un complejo único e innovador a base de probióticos y otros ingredientes cuidadosamente seleccionados, que actúa a través del eje intestino-cerebro para favorecer el estado de ánimo y equilibrar la microbiota, lo que ayuda a mantener un bienestar mental y digestivo.