¿Qué son las bifidobacterias?
Nuestro conocimiento de la naturaleza y de la biología se expande en todas direcciones. Pero en las últimas décadas, gracias al avance de la tecnología, hemos podido avanzar más que nunca en campos que antes resultaban más inaccesibles. Uno de ellos es el de la microbiología.
Gracias a esto podemos comprender mejor el reino de los seres vivos microscópicos que no solo nos rodean, sino que incluso forman parte de nuestro organismo.
La microbiota, una nueva frontera de la biología
Aunque de inicio a muchas personas les puede causar sorpresa e incluso aprehensión el saber que en nuestro cuerpo existen millones de bacterias de muy distintas clases, la ciencia ha ido entendiendo mejor la necesidad de la presencia de estos microorganismos.
La microbiota es el nombre que recibe el conjunto de microorganismos que se localizan en diversos órganos y tejidos de los seres vivos pluricelulares. El ser humano no es una excepción y posee su propia microbiota, sobre todo en el tracto digestivo. Entre estos microorganismos que nos acompañan durante toda nuestra vida destacan, por su importancia, las bifidobacterias y los lactobacilos.
Bifidobacterias y lactobacilos: ¿qué son?
Son un tipo de bacterias que se encuentran ampliamente dispersas en los órganos de los sistemas digestivos de muchas especies animales, como los mamíferos (entre los que se incluye el ser humano), pero también en aves e insectos.
Estas bacterias, al alimentarse de determinadas sustancias que extraen de los alimentos ingeridos por el animal huésped, ejecutan una serie de reacciones bioquímicas que facilitan la digestión del bolo alimenticio, resultando su presencia y su actividad en un beneficio para el animal huésped.
Características de las bifidobacterias y los lactobacilos
Son un tipo de bacteria:
- Grampositiva: se tiñen de azul oscuro o violeta al entrar en contacto con la tinción de Gram, un método para diferenciar unos microorganismos de otros y clasificarlos.
- Anaeróbica: es capaz de sobrevivir y multiplicarse en ambientes sin la presencia de oxígeno. Este es el caso de las bifidobacterias. En el caso de los lactobacilos, son microaerófilos, lo que quiere decir que pueden sobrevivir en ambientes con una cantidad de oxígeno mucho menor del que se encuentra normalmente en la atmósfera terrestre.
- No mótil: no tiene la capacidad de moverse espontáneamente, sino que permanece fijada en un tejido.
- Suele presentar un aspecto ramificado, como de pequeños bastones arracimados entre sí. Esta forma es la que hace que este tipo de bacterias se inserten en la categoría de los bacilos (bacterias de forma alargada).
Funciones de las bifidobacterias y de los lactobacilos
Ambos tipos de bacterias facilitan la digestión ayudando en la descomposición de los alimentos en el tracto digestivo, así como en la absorción de los nutrientes. En el caso de los lactobacilos, son responsables de la fermentación de algunos azúcares, produciendo el ácido láctico que se encuentra en nuestro aparato digestivo.
Debido a estas funciones positivas para el ser humano, este tipo de microorganismos son utilizados para contribuir a solucionar malestares gástricos e intestinales. Cuando esta microbiota sufre desequilibrios puede ocasionar casos de diarrea o estreñimiento, así como irritación del tracto digestivo y otros malestares.
Asimismo, el perjuicio de la microbiota empeora nuestra capacidad de defendernos de agentes externos, debilitando nuestro sistema inmune. Muchas bifidobacterias y lactobacilos eliminan agentes perjudiciales y microorganismos dañinos, por lo que una microbiota débil nos deja más expuestos a las agresiones.
Bifidobacterias en alimentos
Para mantener el equilibrio de esta microbiota intestinal podemos tomar una serie de alimentos que se llaman probióticos. Su nombre se debe a que este tipo de alimentos contienen estas bacterias o bien nutrientes esenciales y adecuados para alimentar nuestra microbiota intestinal.
En ambos casos, la ingesta de estos alimentos probióticos favorece el equilibrio de la microbiota, aportando lactobacilos y bifidobacterias o nutriendo a los que se encuentran en nuestro tracto digestivo.
Alimentos probióticos
- Yogur natural
- Kefir
- Miso
- Alga espirulina
- Chucrut
- Suero de mantequilla
- Encurtidos
- Kimchi
- Té de kombucha
- Soja fermentada
- Alga Chlorella
Suplementos probióticos
También podemos contribuir al bienestar de nuestra flora intestinal mediante suplementos con probióticos como la gama de Aquilea Qbiotics, que nos provee de elementos probióticos que refuerzan nuestro sistema inmunitario.
Mediante Aquilea Qbiotics Inmunidad agregamos a nuestro organismo el bifidobacterium lactis BL-04, además de zinc, vitamina C y nucleótidos que potencian el crecimiento de bifidobacterias. Esto contribuye a equilibrar la presencia de este tipo de bacteria en nuestro tracto digestivo a partir sobre todo de los 45 años, que es cuando este tipo de bacterias puede escasear en nuestro organismo, debilitando nuestro sistema inmunitario.
El mantenimiento de nuestra microbiota intestinal supone reforzar una de las líneas de defensa de nuestro organismo contra agentes dañinos externos, mejorando nuestra digestión, la absorción de nutrientes y por tanto la obtención de energía de los alimentos que ingerimos y elevando nuestro nivel general de salud. Gracias a Aquilea Qbiotics Bienestar emocional, cuidar de nuestra flora intestinal es más sencillo que nunca.
Aquilea QBiotics Inmunidad
Con una tecnología tricapa exclusiva que potencia las defensas y mejora el funcionamiento del sistema inmunitario.