Ventajas del ejercicio al aire libre
Nadie duda que a la hora de hacer ejercicio, no hay nada como poder moverse rodeado de Naturaleza; una opción que los que viven en ciudades solo pueden disfrutar en ocasiones puntuales como algún fin de semana y durante las vacaciones de verano.
Elegir espacios verdes, campo, montaña o playa para hacer ejercicio no sólo tiene ventajas a nivel físico, sino que según parece, también lo tiene a nivel psicológico. A los pocos minutos de practicar ejercicio al aire libre, el ánimo mejora y se produce un aumento de la autoestima. Y no lo decimos nosotros, lo ha demostrado un estudio de la Universidad de Essex, en el Reino Unido.
Además, si estamos bien atentos a todos los sentidos, podremos gozar mejor de los aromas de la naturaleza, de la belleza de los árboles, del sonido del mar o del canto de los pájaros. Sensaciones muy agradables que nos ayudarán a disfrutar más y mejor de nuestra salida.
Son muchas las disciplinas que se pueden llevar a cabo en espacios abiertos, pero incluso las más habituales como caminar, correr o ir en bicicleta se convierten en una experiencia que nada tiene que ver con la que vivimos en cinta del gimnasio o con la bicicleta estática. Además, al poder ir cambiando de lugar, no se corre el riesgo de caer en la monotonía de las cuatro paredes.
En verano los expertos recomiendan entrenar durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde para evitar un exceso de sudoración por las altas temperaturas. En ese sentido es importante tener en cuenta la hidratación, tanto antes, como durante y después del ejercicio.
Por último, no olvidemos que respirar aire limpio oxigena nuestros pulmones y nuestra sangre, por lo que el entrenamiento es mucho más eficiente que el que podamos lograr en cualquier sala de gimnasio. ¡Y además, es gratis!