¿Qué son los tintes vegetales?
Los tintes convencionales contienen múltiples compuestos químicos que, según la aplicación que se les dé, terminan por dañar el material al que se apliquen. Una buena alternativa a estos productos químicos y que, además, protege el medioambiente, son los tintes vegetales.
¿De qué se componen los tintes vegetales?
Parece una técnica nueva, pero en realidad el uso de tintes vegetales siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Los egipcios, por ejemplo, elaboraban mezclas de plantas y flores para maquillarse los párpados, las mejillas y hasta los labios o para teñir la ropa. Estas prácticas fueron mejorando con los años hasta la década de 1850, cuando se inventaron los tintes sintéticos. Estos nuevos productos aportaban una gran ventaja: no había necesidad de hacer todo el procedimiento de creación de los tintes naturales, con lo cual, se ahorraba tiempo y dinero.
En los tintes vegetales encontramos dos tipos básicos de pigmentos: los solubles en aceite y los solubles en agua. Al primer grupo pertenecen la clorofila y los carotenoides (de estos últimos hay unos 700 tipos). La clorofila es, en sí misma, un pigmento natural que le da el color verde a las plantas; por su parte los carotenoides producen colores de amarillos a rojos. También es posible encontrar flavonoides (presentes en frutas, verduras y especias) que se disuelven en agua para obtener tonalidades de azul, púrpura o rosa.
Proceso de obtención de tintes naturales
Todos los tintes vegetales se obtienen de plantas y cáscaras de frutas y verduras pulverizadas, sometidas a un proceso muy sencillo para extraer el pigmento natural de estos alimentos. De hecho, la elaboración de estos tintes puede realizarse en casa y convertirse en todo un pasatiempo familiar, pues el proceso es muy fácil y sus usos y aplicaciones son muy diversos.
Lo primero que se debe hacer es cortar en trozos pequeños esos pétalos, hojas, cáscaras, etcétera; y aplastarlos con un mortero o algún aparato que sirva para procesar los alimentos. Una vez que los materiales se han triturado lo máximo posible, se agregan a un recipiente con agua caliente a temperatura por debajo del punto de ebullición hasta que el color se transfiera al agua. Ahora bien, si lo que se quiere es tener un líquido de mayor consistencia, solo es necesario agregar un poco de harina o fécula de maíz. La textura será similar a la de los tintes comerciales.
Como complemento y dependiendo de las aplicaciones que se le den al tinte natural, se añade un mordiente, una sustancia que permite que los colores se fijen de manera permanente. Dentro de los mordientes químicos se encuentra el alumbre y el cremor tártaro; mordientes naturales pueden ser el limón, el vinagre y la sal.
Obtención de colores
Amarillos
- Flores de caléndula, granada, cártamo, semillas de alfalfa, hojas y corteza de abedul; árbol de mango, cúrcuma y girasoles.
- Tonalidades doradas: pimentón, apio, narcisos y dalias.
Naranjas
- Zanahoria, calabacín, azafrán.
- Naranjas intensos y fuertes: eucalipto.
- Naranja amarillento: ramas de lila.
Rojos
- Escaramujos, remolacha, raíces de diente de león, hibiscos secos.
Rosas
- Peonías, fresas, cerezas, frambuesas, raíces de remolacha.
- Magenta: camelias con zumo de limón y sal
- Colores intensos: rosas, lavanda, menta y zumo de limón.
Morados
- Lavanda y piel de berenjena.
- Tonalidad oscura: moras.
- Púrpura: uvas.
Azules
- Arándanos, moras, zarzamoras, pétalos de jacinto.
- Azul verdoso: pétalos de azafrán.
- Azul intenso: moras.
- Azul-púrpura: frambuesas.
Verdes
- Amaranto, alcachofas, espinacas, té matcha.
- Verde amarillento: hojas de melocotón.
- Verde claro: piel de cebolla roja.
Marrones
- Corteza de pino y roble para tonalidades claras.
- Amarillo marrón: ramas de hiedra y hojas de hinojo.
- Rojo marrón: raíz de ciruelo o conos de pino.
- Marrón oscuro: cáscara de nuez, remolacha y granos de café.
Usos y beneficios de los tintes vegetales
Los tintes naturales tienen múltiples aplicaciones. En su versión más acuosa y utilizando un mordiente adecuado, estas pinturas se emplean para teñir textiles. También es posible utilizarlos en labores de repostería para dar color a las tartas o al merengue y crear formas decorativas.
Los tintes vegetales son una buena alternativa en actividades artísticas: para pintar madera, como sustituto de acuarelas e incluso otras técnicas de pintura; no hay que perder de vista que las pinturas al óleo, tal y como las conocemos hoy en día, no se inventaron hasta avanzada la Edad Media. Además, los tintes naturales también pueden ser empleados como tinta para escribir.
Por otra parte, los tintes vegetales son cada vez más frecuentes en los productos de belleza. En la cosmética, los tintes con productos químicos como el peróxido y agua oxigenada, se sustituyen por productos menos dañinos para el cabello, como la henna.
¿Pero cuáles son los beneficios de los tintes naturales? Para empezar, la elaboración de estos tintes no contamina, pues no se utilizan sustancias químicas que son dañinas para el ecosistema; los materiales que se emplean son respetuosos con el medioambiente, ya que para fabricarlos se usan desechos de plantas, frutas, verduras, etcétera.
Una de las compañías concienciadas con el medioambiente y que está apostando por la utilización de tintes vegetales, es Aquilea. Aquilea usa los tintes naturales para la pigmentación de sus múltiples envases.