Cinco propósitos saludables y fáciles de cumplir
Se acabaron las promesas incumplidas y los propósitos que no van a ninguna parte. Hoy queremos ofrecerte algunas ideas sencillas que podrás llevar a cabo casi sin darte cuenta. Y lo mejor es que tu salud saldrá beneficiada y te sentirás mejor.
Para ponerte en forma. Si nunca has hecho deporte y siempre has querido iniciarte, ésta es una buena forma de hacerlo, porque podrás empezar a descubrir lo bien que te sienta sin necesidad de apuntarte a un gimnasio de forma precipitada.
Cálzate unas zapatillas y busca un ratito para caminar a paso ligero. Eso quiere decir que debes notar como se acelera el pulso y cómo vas entrando en calor. Empieza con unos 20 minutos e incrementa la duración cada día hasta que llegues a estar unos 40/45 minutos. Hazlo 4 o 5 días a la semana durante un mes. Te sentirás más activa, más ligera y cuando le cojas el gusto, ya no podrás dejarlo. ¡Pruébalo!
Para comer más fruta. Si eres de los que nunca encuentras el momento de comer fruta, a éste truco no te podrás resistir. Se trata de aprovechar el apetito que tenemos antes de comer y cenar y convertir el “aperitivo” en el momento frutal del día. Prepara un par de piezas a trocitos y ves picando. El poder saciante de la fruta te ayudará a controlar el peso y estarás completando el aporte diario de vitaminas y fibra. ¡Funciona!
Para mejorar la hidratación de tu organismo. Si eres de los que no beben suficiente agua, procura aficionarte a las infusiones. ¿Qué tal después de cenar? Esa taza “extra” cada noche te ayudará a mantener los niveles de hidratación que tu organismo necesita; además, tu piel, tu tránsito intestinal y hasta tu rendimiento intelectual saldrán ganando. Y si es una infusión relajante, encima dormirás mejor. Todo son ventajas.
Para reducir el consumo de azúcar. Los expertos alertan de que sin darnos cuenta, el consumo de azúcar puede llegar a ser excesivo. Refrescos, zumos industriales, snacks, golosinas, etc…tienen un altísimo contenido de azúcar y nos llenan de calorías vacías, que son aquellas que no aportan ningún nutriente que el cuerpo verdaderamente necesite. ¿Qué hacer? Ser muy consciente del problema, limitar este tipo de alimentos a ocasiones muy puntuales y sustituir el azúcar del café y de las infusiones por edulcorantes. Te acostumbrarás rápidamente y te ahorrarás unas cuantas calorías inútiles.
Para mejorar la actividad intelectual. Tengas la edad que tengas, debes saber que aprender cosas nuevas desarrolla algunas facultades del cerebro como la memoria, la coordinación o la agilidad mental. Por eso no sólo no es tarde, sino que es bueno que este año te decidas por fin a hacer aquel curso que te apetece o que te ayudará a mejorar tu formación. Y si se trata de un idioma, mejor todavía. Ahora se pueden aprender de forma fácil, cómoda y gratuita gracias a páginas de internet y aplicaciones como Duolingo. ¡Ya no hay excusas!