Vitaminas y minerales contra el cansancio
Hay días en los que parece que desde que nos levantamos hasta que nos volvemos a acostar estamos cansados. Cuando hablamos de calidad de vida, alimentación y sueño siempre salen a relucir. Ambos factores influyen en los niveles de energía y, por tanto, debemos tenerlos en cuenta a la hora de combatir el cansancio y la fatiga.
Es importante no confundir fatiga con somnolencia. Denominamos somnolencia cuando nos referimos a la necesidad de dormir, mientras que la fatiga significa cansancio y falta de energía y de motivación.
La fatiga puede ser tanto física como mental en respuesta al estrés emocional, al aburrimiento, a la falta de sueño o a un esfuerzo físico. No obstante, debemos tener en cuenta que si los síntomas no se alivian durmiendo las horas necesarias, con una alimentación saludable y evitando el estrés, deberemos ponernos en manos de un médico.
Existen consejos básicos de alimentación que nos ayudarán a mantener a raya nuestra energía:
- Es importante no salir nunca de casa sin desayunar. Después de horas durmiendo, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan cargar las pilas de nuevo, por lo que debemos ofrecerles nutrientes.
- Programar comidas cada 3 o 4 horas nos ayudará a sentirnos saciados y con energía durante todo el día.
- Las bebidas que contienen cafeína lo único que hacen es aliviar el problema de forma momentánea, por lo que no debemos consumirlas en exceso.
Estas son unas sencillas pautas con las que conseguiremos mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, también existen determinados alimentos que nos aportan las vitaminas y los minerales necesarios para sentirnos con energía durante toda la jornada.
– La avena es un cereal integral que forma parte de los hidratos de carbono complejos. Estos mantienen los niveles de azúcar en sangre estables, por lo que la energía que aportan es constante. Además, la avena contiene vitaminas del complejo B. Es muy recomendable tomarla por la mañana para que nos dé energía suficiente para empezar el día.
– Todos los frutos secos nos aportan energía gracias a su contenido calórico y, además, son fuente también de vitaminas del complejo B. Las nueces son ricas en magnesio y en ácidos grasos. El magnesio es un mineral que contribuye a la relajación muscular, por lo que evita la fatiga de los músculos consiguiendo una mente tranquila y relajada. Los ácidos grasos, como el Omega-3 y el Omega-6, mantienen las conexiones nerviosas en buen estado, aliviando los síntomas de fatiga y previniendo la depresión.
– Las legumbres son una fuente ideal de hidratos de carbono y hierro, propiedad idónea para combatir la anemia y, por lo tanto, la fatiga. Además, las legumbres también son ricas en serotonina.
Lo más importante en cuanto a alimentación y sueño es seguir siempre las mismas pautas y unos hábitos de vida saludables que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida aportándonos un buen descanso por las noches y una energía plena durante el día.
