Qué es la Astenia Otoñal
La vuelta a la rutina, el descenso de las temperaturas y el aumento de la presión atmosférica pueden provocar fatiga, cansancio y dolor articular, así como una bajada de las defensas que puede favorecer la aparición de gripes y constipados. En otoño es frecuente la ‘astenia otoñal’, cuyo síntoma principal es una sensación de apatía asociada al cambio de estación y caracterizada por la dificultad para concentrarse, falta de apetito, cansancio, somnolencia y disminución de defensas.
En este post te mostramos cuáles son los síntomas de la astenia otoñal y te ofrecemos una serie de recomendaciones para que te prepares para el comienzo del nuevo curso.
¿Cuándo empieza la astenia otoñal?
La astenia otoñal es un término que se utiliza para describir una sensación de cansancio, debilidad y apatía que algunas personas experimentan durante el otoño. Sin embargo, es importante destacar que la astenia otoñal no es un fenómeno médico reconocido de manera universal, y su existencia y causas pueden variar según la región y la cultura.
En términos generales, la astenia otoñal se atribuye a factores como los cambios en la duración de la luz solar, la disminución de la temperatura y la adaptación del cuerpo a las nuevas estaciones. Por lo tanto, no hay una fecha específica en la que la astenia otoñal comience para todas las personas, ya que puede variar según factores individuales y geográficos.
Síntomas de la Astenia otoñal
La llegada del otoño puede poner a prueba nuestra vitalidad, disminuyendo nuestras defensas y provocando dolores articulares. Los cambios atmosféricos propios de este periodo, como el descenso de las temperaturas o la bajada de presión, junto con la reducción de las horas de sol y la vuelta a la rutina, pueden afectar a nuestro sistema inmunitario, favoreciendo el cansancio y la fatiga, e incidir especialmente en nuestros músculos y articulaciones, provocando su contracción y rigidez.
Además, unas defensas bajas, asociadas a un bajo nivel de vitaminas y minerales, puede favorecer la aparición de gripes y resfriados. Y la incertidumbre de la COVID-19 tampoco contribuye a nuestra buena salud física y mental.
A esto se suma que la reducción de horas de sol incide también de forma directa en nuestro estado anímico, provocando la ‘astenia otoñal’, una sensación de falta de vitalidad generalizada que ocurre por el proceso de adaptación del organismo a los cambios estacionales. Supone debilidad para realizar incluso tareas sencillas, y sus síntomas más frecuentes son dificultad para concentrarse, falta de apetito, cansancio, somnolencia y disminución de defensas.
5 soluciones para superar la Astenia otoñal
Aquí te dejamos cinco consejos para estar a punto este otoño y combatir los síntomas de la astenia otoñal:
- Practica ejercicio. Con el cambio de presión atmosférica, nuestras articulaciones se pueden ver resentidas. Por eso es recomendable practicar ejercicio físico con regularidad para fortalecer los músculos y el sistema articular. Actividades de bajo impacto como pilates, yoga, natación, montar en bicicleta o pasear permiten reforzar la movilidad articular y mejorar la elasticidad de la musculatura. Del mismo modo, es recomendable evitar las actividades de impacto que sobrecarguen las articulaciones.
- Evita escenarios de estrés. Las situaciones de nervios pueden afectar a unas defensas propias a ser bajas por la llegada del otoño. Aprovecha el nuevo curso para probar nuevas actividades y cambiar todo aquello que no sea de tu gusto.
- Descansa y reajusta tu 'reloj interno'. Durante el verano es común acostarnos y levantarnos tarde, con lo que cambiamos nuestro reloj biológico. Hasta que logremos readaptarlo a nuestras rutinas, podemos sentirnos cansados y con sueño. Para que vuelva a la normalidad, es recomendable acostarse pronto y dormir las horas suficientes, así como volver a la rutina con tranquilidad y horarios estables.
- Mantén una alimentación equilibrada. Un menú basado en la dieta mediterránea favorecerá nuestro bienestar tanto físico como mental. Si las articulaciones se ven resentidas por la presión propia del otoño, puedes incluir en tus menús alimentos con alto contenido antiinflamatorio (jengibre, ajo, cúrcuma), con antioxidantes (té verde), ricos en omega 3 (pescados azules –salmón, atún, caballa-), y con alto contenido de vitamina E (frutos secos, verduras de hoja verde…).
- Protégete del frío. El descenso de las temperaturas puede afectar a nuestras articulaciones, nuestras defensas y nuestro estado anímico, así como provocar resfriados y gripes. Las extremidades inferiores y la cabeza son las partes del cuerpo más expuestas al frío. Cubrirlas con gorros y calzado adecuado nos ayudará a superar el otoño.
Otra forma de aliviar la astenia otoñal: Suplementos
Los complementos alimenticios te dan un mayor aporte de vitaminas y minerales que necesitas. Por eso, junto con las recomendaciones dadas anteriormente, la toma de vitaminas para la astenia otoñal pueden ayudarte a dar ese empujón para tener más energía y luchar contra el otoño y el cansancio.
Aquí te mostramos algunos de los complementos que pueden ayudarte este Otoño:
- Aquilea Articulaciones Forte-dol: previene las molestias articulares y contribuye a la flexibilidad y movilidad articular.
- Aquilea Magnesio MAX: ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga y a mantener el sistema muscular y energético.
- Aquilea Vitamina C + Zinc: está orientado a mantener las defensas naturales y un funcionamiento normal del sistema inmunitario.
- Aquilea Magnesio + Potasio: ayuda a restaurar los minerales perdidos y aporta energía y bienestar en cada toma para recuperar el tono muscular de forma natural.
- Aquilea Crono-Energía: contribuye a la falta de energía física, a la actividad mental y aporta bienestar emocional.
Ahora ya conoces todas las claves sobre la fatiga otoñal y las mejores soluciones para que el otoño y el cansancio no te quiten la energía.