Resfriado de verano: por qué se produce, cuáles son sus síntomas y cómo evitarlo
El resfriado de verano es más común de lo que se cree. Mucha gente se pregunta por qué se producen resfriados en esta estación del año, ya que suelen asociarse más con el frío del invierno. Sin embargo, las estadísticas muestran que en el período estival ocurren un 20% de los resfriados comunes.
En principio se debe tener en claro que un resfriado no es una gripe. Esta última se distingue por presentar fiebres altas superiores a los 38° C. Los resfriados comparten con la gripe algunos síntomas, como el dolor de cabeza, la tos, la congestión nasal y de las vías respiratorias superiores, y la sensación febril. Ambas patologías son causadas por virus y por eso no pueden combatirse con antibióticos.
Causas del resfriado de verano
El resfriado de verano se produce a causa de un rinovirus o enterovirus. Los virus no prosperan en un clima cálido, pero otros factores propician que también puedan afectar en verano.
El factor más importante, y de mayor frecuencia, es el cambio brusco de temperatura corporal. En segundo lugar se observa que un mal uso del aire acondicionado (sobre todo en los días de calor extremo) puede generar enfriamientos y cambios bruscos en la temperatura del cuerpo y sequedad en las vías respiratorias.
Otro motivo del cambio de temperatura es el ingreso a sitios con el aire acondicionado por debajo de los 25° C. Al salir al exterior, se produce un cambio repentino hacia el extremo opuesto. A su vez, el uso cada vez más frecuente del aire acondicionado en el automóvil hace que pasemos del calor agobiante al frío. Influye, en este caso, el hecho de que se hacen viajes de horas de duración con la cabina del coche climatizada.
Finalmente, es importante tener en cuenta que los baños en el agua, ya sea en piscinas o en el mar, producen cambios repentinos de temperatura, por lo que es importante no sentir frío después de realizarlos. Y, sobre todo, no exponerse a corrientes de aire cuando desciende un poco la temperatura al caer el sol.
Síntomas de un resfriado de verano
Los síntomas a tener en cuenta para saber si se tiene un resfriado de verano son los mismos que el resfriado común de invierno. Aunque es posible que se manifiesten de forma más leve, resultan igual de molestos para quien los padece.
Los síntomas más frecuentes son:
- Congestión de las vías aéreas superiores.
- Estornudos y congestión nasal.
- Dolor y picor de garganta.
- Exceso de mucosidad.
- Dolor de cabeza y ojos.
- Lagrimeo de ojos y/o secreción nasal.
- Tos seca.
- Sensación de fiebre o febrícula (no supera los 38 °C).
- Malestar corporal y cansancio.
Con menos frecuencia, pueden darse:
- Conjuntivitis leves
- Vómitos y diarreas
¿Cómo evitar los resfriados de verano?
Los expertos en neumonología y vías respiratorias recomiendan cuidarse principalmente de los cambios bruscos de temperatura. Es importante también lavarse las manos frecuentemente para no llevar los virus a las mucosas, y es fundamental evitar el contacto con personas resfriadas, no compartir utensilios o toallas, ni estar en lugares no ventilados.
A esto se debe sumar una dieta rica en nutrientes y vitaminas, en especial, la vitamina C. Además, hay que beber al menos dos litros de agua al día en cualquier estación del año, pero en verano debe aumentarse la cantidad de líquidos, lo que también da sensación de frescura. Incorporar todo tipo de zumos de frutas genera un aporte vitamínico esencial para combatir a los agentes patógenos.
El resfriado de verano tiene entre 5 y 7 días de duración y se pueden tomar analgésicos para sobrellevarlo.
Resfriados de verano: el poder de lo natural, la vitamina C
Una buena alimentación es fundamental a la hora de prevenir los resfriados de verano. Las frutas y las verduras poseen buena cantidad de este elemento natural. En especial, las frutas cítricas. Se recomienda un consumo de 40 mg diarios de esta vitamina. También el jengibre es bueno para los dolores de garganta. Los productos de abejas, como la miel y el própolis ayudan a las defensas y reducen el dolor de garganta por aire acondicionado.
Además de tomar estos ingredientes en forma natural para prevenir los resfriados y curar sus síntomas, también se puede hacer a través de suplementos vitamínicos como los siguientes:
- Aquilea Vitamina C + Zinc, un complejo vitamínico eficaz que ayuda a cuidar las defensas naturales. Es ideal para épocas de frío o de cambio de estación. Ayuda de forma natural a mantener las defensas naturales del organismo. La vitamina C contribuye a disminuir el cansancio y la fatiga para hacer frente a las exigencias diarias. Además, protege las células frente al daño oxidativo. Aquilea Vitamina C + Zinc contiene própolis, sustancia natural elaborada por las abejas.
Aquilea Vitamina C + Zinc
Ayuda a mantener las defensas naturales y reduce el cansancio
- Aquilea Garganta es un producto sanitario que calma el dolor de garganta gracias a la formación de un film protector mucoadherente. Contiene Fitohial®, un complejo molecular a base de Salvia, Grindelina, y ácido hialurónico. Estos componentes forman una barrera que protege la garganta y la mucosa orofaríngea de los agentes externos. Además, contiene própolis y aceites esenciales de clavo y naranja.
Aquilea Garganta
Alivia la irritación y el dolor de garganta
- Aquilea Sistema Inmunitario es un complemento de refuerzo de las defensas que protege nuestro cuerpo frente a posibles infecciones. Su fórmula incluye Wellmune, un beta-glucano que se encuentra de forma natural en la pared celular de variados organismos vivos, Vitamina C y Vitamina D, que ayuda a favorecer las defensas naturales del organismo y frente al daño oxidativo, contribuye a proteger las células.
Aquilea Sistema Inmunitario
Refuerza las defensas naturales de nuestro organismo