¡Toma calcio! La mejor inversión para tus huesos
El calcio es el mineral con mayor presencia en el organismo, hasta el punto que representa alrededor del 2% de nuestro peso corporal. Casi todo el calcio se concentra en huesos y dientes, pero también es muy importante tanto para la circulación sanguínea como para numerosas funciones musculares.
Casi todo el mundo conoce cuáles son los alimentos más ricos en este mineral: la leche y sus derivados, los frutos secos, las legumbres y algunas verduras.
Pero lo que poca gente sabe es que lo más importante es que nuestro organismo sea capaz de absorber el calcio que le proporcionamos. Por ejemplo, las espinacas y las acelgas son ricas en calcio… pero éste se asimila menos que el calcio que contienen los lácteos.
Otro dato que hay que saber es que para asimilar el calcio es importantísima la presencia de vitamina D. Por eso, tomar el sol de forma moderada es beneficioso para nuestros huesos, ya que la luz solar propicia que el organismo “fabrique” su propia vitamina D.
El consumo de calcio durante todas las etapas de la vida es esencial ya que, a partir de los 30 aproximadamente, el organismo empieza a usar el calcio que ha ido almacenando y, poco a poco, las reservas van bajando de nivel.
Los deportistas (por su intenso desgaste) y las mujeres a partir de los 45 años (por los cambios hormonales provocados por la menopausia) necesitan mayor aporte de calcio, para prevenir el desgaste de los huesos y, con los años, la temida osteoporosis. Las personas fumadoras y las que toman cierto tipo de medicamentos también pueden tener aumentadas sus necesidades de este mineral.