Estiramientos contra el dolor articular
Los beneficios de los estiramientos en el sistema muscular parece que los conoce todo el mundo; quien los practica, mantiene mejor su flexibilidad y movilidad, se lesiona menos y se recupera mejor del esfuerzo físico. Ahora bien, los estiramientos también tienen un papel importante a la hora de aumentar la amplitud del movimiento articular, lo que contribuye a reducir el riesgo de lesiones.
Antiguamente se solía prohibir el ejercicio físico a quienes padecían dolor articular, pero las últimas tendencias parecen recomendar no sólo el ejercicio moderado, sino también los estiramientos ya que, como veremos, ambos contribuyen en el bienestar general y de las articulaciones en particular.
Estos son algunos de los beneficios que se pueden lograr gracias a los estiramientos contra el dolor articular:
- Se fortalecerán los músculos, y especialmente los que rodean las articulaciones. De esta manera, se logra incrementar su resistencia.
- Se retrasa el deterioro del tejido óseo y cartilaginoso, a la vez que se mantiene la flexibilidad de las articulaciones.
- Se conserva durante más tiempo la capacidad para llevar a cabo sin dificultad las actividades diarias.
- Como consecuencia, el estado de ánimo mejora, y el bienestar físico también.
En caso de dolor articular, para saber qué tipo de ejercicio es aconsejable y con qué intensidad y frecuencia se debe realizar, lo mejor es consultarlo con el médico y/o con el fisioterapeuta. En el caso de los estiramientos, deben hacerse suavemente y siempre que los músculos están calientes para minimizar el riesgo de lesiones.
Para fortalecer y estirar las articulaciones de las manos, suelen recomendarse ejercicios de presión con la pelota terapéutica, aunque existe una versión más casera que consiste en meter la mano en un bote de arroz o lentejas y abrirla y cerrarla unas cuantas veces.
La zona de las muñecas se debe estirar apoyando la mano en una mesa, tanto por la parte de la palma como por la zona contraria, y moviéndola hasta notar como se estiran los tendones. También puede hacerse ejerciendo presión con la mano contraria.
En cuanto al cuello, una zona muy castigada por las malas posturas, se aconsejan los movimientos laterales y de delante hacia atrás, pero deben ser muy suaves, leves y continuos para calentar los ligamentos del cuello que son los que dan movimiento.