El corazón es la vida ¡Cuídalo!
Según afirma el prestigioso cardiólogo Valentí Fuster “el corazón es un milagro: se mueve mecánicamente unas 60-70 veces por minuto y no se desgasta. Es la falta de hábitos saludables lo que acaba por estropearlo”
Efectivamente, la clave para evitar sorpresas desagradables es la prevención, que básicamente consiste en evitar los 4 factores de mayor riesgo: la obesidad, la hipertensión, niveles de colesterol elevado y la diabetes. Y para hacerlo, los expertos destacan la importancia de cuidar la dieta y de hacer ejercicio, además de evitar el tabaco y el estrés.
Por lo que se refiere a la dieta, además de controlar el peso, el objetivo principal es procurar que los niveles de colesterol en sangre no sean superiores a 220 mg/l, una circunstancia que al no tener síntomas, puede producirse sin que la persona lo sepa, aumentando de forma exponencial el riesgo a padecer una enfermedad cardiovascular. En ese sentido, nada mejor que habituarse a las revisiones médicas periódicas y a una dieta cardiosaludable. Es decir, rica en frutas, aceite de oliva, vegetales y pescado, y baja en grasas saturadas y en sal. Nuestro cuerpo agradecerá que nos alimentemos con productos naturales.
En cuanto al ejercicio físico, la idea es sacar al corazón de su zona de confort y ponerlo a trabajar aumentando las pulsaciones. Con el tiempo, se van logrando beneficios no sólo a nivel cardíaco, sino para todo el organismo: se fortalece el corazón, se mejora la capacidad de bombear sangre a los órganos, se activa la circulación, se reduce la tensión arterial, se ayuda a reducir el estrés…
Y por último, un dato para motivar a los indecisos: la enfermedad cardíaca es la primera causa de mortalidad en nuestro país.