La importancia de una dieta equilibrada
Llevar una dieta equilibrada no significa renunciar a todos los alimentos que nos gustan ni hacer esfuerzos sobrehumanos para conseguir el cuerpo que deseamos, se trata de conseguir mantener una disciplina de alimentación que ayude al bienestar de tu cuerpo y mente, evitando así, problemas derivados de una mala nutrición, como el reflujo, problemas digestivos, falta de ciertos nutrientes o exceso de grasas.
¿Cómo podemos conseguir una dieta equilibrada?
Variedad: es una de las claves principales de una dieta equilibrada, porque así aumentamos la probabilidad de que en nuestra ingesta diaria consumamos todo tipo de productos y que estos nos aporten los distintos nutrientes que necesitamos.
Frecuencia: de nada sirve diseñar un menú variado si comemos a todas horas. Hemos de controlar y planificar los espacios de comidas y mantener un equilibrio de alimentos saludable.
Moderación: una alimentación variada no se basa únicamente en comer de todo, es cuestión de conseguir una dieta que aporte todos los nutrientes que necesitamos en cantidades adecuadas. Tanto la variedad como la moderación, se deben adaptar a las necesidades de nuestro cuerpo en gastos de energía, aumentando la ingesta de ciertos tipos de alimentos, como por ejemplo aquellos que son ricos en carbohidratos, si vamos a tener un día con mayor desgaste energético, y al revés si prevemos un día más sedentario.
Ejemplos de una dieta equilibrada
No hay nada mejor para nuestra alimentación que disponer del tiempo necesario para preparar nosotros mismos nuestra comida, es una forma de asegurarnos unos ingredientes de calidad, ajustados y adecuados a nuestro gusto. Se trata de disfrutar, tanto preparando los platos como comiéndolos.
Por eso te damos algunas ideas de platos y comidas fáciles que cumplen a la perfección con una dieta equilibrada:
- Ensaladas: a pesar de la creencia de que las ensaladas son aburridas, lo cierto es que son refrescantes y pueden incluir multitud de ingredientes sanos que entran dentro de una dieta equilibrada, para que elijas los que más te gusten: pasta, frutos secos, queso, tomates, pollo, cebolla...etc. Lo más importante es tratar de evitar las salsas, muy calóricas y con mayor dificultad de digestión.
- Carnes a la plancha: cualquier carne a la plancha resultará más saludable, pero es preferible consumir aquellas que son bajas en grasas, como el pollo o el pavo, y utilizar las especias al gusto para condimentarlas. Puedes combinarlo con unas verduras salteadas que darán el toque extra de color y jugosidad a tu plato.
- Pescado: no puede faltar en tu dieta, puedes hacerlo a la plancha, hervido, al horno y acompañarlo con patatas, cebolla o el tipo de verdura que más te guste. Para los pescados blancos el vino blanco también es un gran aliado en la cocina.
- Legumbres: un plato de lentejas o de alubias pueden resolver de manera sencilla tu comida, pero para los meses de calor hay fórmulas de comer legumbres menos convencionales, como preparar hummus con ayuda de una batidora, ideal para comer con palitos de zanahoria, apio o pimiento, e incluso preparar unas sabrosas hamburguesas de lentejas.
- Fruta: es el mejor postre para cerrar tu comida o el tentempié perfecto para las horas previas a la comida y la cena. Procura hacer una ingesta variada de fruta de forma diaria.
Evita los reflujos: consejos y dieta equilibrada
Si sufres de problemas de reflujos o notas que tu digestión se ha vuelto más pesada, procura evitar alimentos grasosos, como fritos, carnes con abundante nivel de grasa, embutidos, así como aquellos alimentos muy ácidos o azucarados.
Si pese a ello continuamos con el problema, podemos ayudar a aliviarlo tomando productos específicamente diseñados para disminuir el reflujo de manera natural, como Aquilea Antiácido, después de las comidas.