Comida sana y ligera, también en vacaciones
El verano es una buena época para perder o mantener el peso, pero hay que saber cómo hacerlo y para ello, la información es poder. La cuestión está en elegir bien y apostar siempre por raciones adecuadas. ¡Toma nota!
Desayuno equilibrado. En vacaciones, el desayuno es para muchos, la mejor comida del día. Después de 8 horas de ayuno y sin las prisas de los días laborables, se puede disfrutar tranquilamente del placer de un buen desayuno. Vale la pena aprovechar la variedad de frutas disponibles y combinarlas con alimentos proteicos ligeros (huevo, leche, pavo, queso fresco…), con tostadas o un trocito de pan. Recuerda, la bollería –galletas incluidas- aportan muchas calorías y pocos nutrientes.
¿Patatas fritas? No gracias. Si vas a hacer un aperitivo, mejor optar por un puñadito de olivas o frutos secos. Son más nutritivos y menos calóricos. En cuanto a los refrescos, hay que recordar que suelen llevar gran cantidad de azúcar. Es más aconsejable optar siempre por los que se elaboran con edulcorante; y mucho mejor una caña pequeña de cerveza o un vaso de agua.
De primero, gazpacho y ensaladas. Este típico y refrescante plato originario de Andalucía aporta muchos nutrientes y muy pocas calorías, por lo que es un primer plato perfecto para empezar. Igual que las ensaladas, que siempre deben ser vegetales y aliñadas con buen criterio. La ensaladilla rusa bañada en mayonesa no se considera un plato ligero, así que mejor optar por ella en contadas ocasiones y en versión tapa. Aquí te dejamos una guía para preparar un gazpacho andaluz.
Sácale jugo a las barbacoas. Las carnes, los pescados y las verduras a la brasa (o asados) son una delicia que casi todo el mundo se puede permitir. Son menos calóricos y conservan muy bien todo su sabor y sus nutrientes.
¿Paella? Sí, pero esporádicamente y con moderación. Una ración puede llegar a tener 500 kcal; si a eso le sumamos el pan, el vino y el postre, el aporte calórico total podría rondar las 900/1000 calorías. Una alternativa sería empezar con un gazpacho, seguir con media ración de paella y sustituir el postre por un café con hielo.
Sandía. Es una fruta ideal porque, pese a ser agua en un 95%, tiene un alto poder saciante. En general, tomar fruta como tentempié -a media mañana o media tarde- es una idea refrescante, saludable y muy ligera que ayuda a llegar a la mesa con menos apetito.
Y si alguna reunión se acaba con un cóctel, el mojito es la mejor elección por ser uno de los combinados con menos calorías. Si se prepara en casa, se puede sustituir el azúcar por edulcorante y la soda por agua con gas. Delicioso y un poco menos calórico.
¡Feliz verano!