Alimentos para tu mente
Mantener el cerebro en buena forma es importantísimo en todos los momentos de nuestra vida. La memoria, la concentración y la agilidad mental son facultades que dependen de múltiples factores (genéticos, socios ambientales, culturales, etc), y en algunos de ellos, podemos intervenir activamente a lo largo de la vida: ejercitando la mente para evitar la pérdida de memoria y proveyéndola de los nutrientes que mejor contribuyen a su buen mantenimiento.
Este artículo lo dedicaremos a los alimentos que contienen nutrientes adecuados para favorecer el bienestar natural y el rendimiento saludable de nuestro cerebro:
- El pescado, especialmente el azul. Además de fósforo, el pescado azul es muy rico en omega-3, que favorecen la conexión entre las neuronas y las protegen del estrés oxidativo.
- El aguacate. Contiene ácidos grasos esenciales muy adecuados para evitar el deterioro mental. Además, contiene grasas monoinsaturadas (omega-9) que se encuentran en las aceitunas, el aceite de oliva y los aguacates.
- Los cereales integrales. Los granos enteros aportan triptófano, que reduce el estrés, y además tienen la virtud de liberar glucosa (un nutriente indispensable para el cerebro) de forma gradual. Puedes elegir entre amplias posibilidades: arroz integral, pasta integral, pan integral…
- Los arándanos, especialmente los de color azul. Activan las enzimas del cerebro y reparan el daño ocasionado por los radicales libres.
- El yogur. Aporta un aminoácido llamado tirosina, que el organismo utiliza para la producción de neurotransmisores.
- El brócoli. No es la verdura preferida por muchas personas, pero aporta antioxidantes, minerales y especialmente la vitamina K, muy beneficiosa para las funciones cerebrales.
- El apio. Es una buena fuente de luteína, antioxidante y favorecedor de la memoria.
- El plátano. Aporta potasio, magnesio, vitamina C… y también vitamina B6, muy importante para que el organismo “fabrique” neurotransmisores como la dopamina, la serotonina o la norepinefrina.
Y por último, el agua. Una alimentación variada y equilibrada en un cuerpo bien hidratado es el hábito más inteligente que podemos adoptar. ¡Piensa en tu cerebro!