Aceite de Oliva: la salud está en la mesa
Pocos alimentos hay tan saludables como el aceite de oliva. Hace 3.000 años que forma parte de nuestra mediterránea, donde los olivares encuentran el clima óptimo para su existencia.
A través de los siglos, los humanos hemos utilizado el aceite de oliva para múltiples fines: cosmético, higiénico, alimenticio, medicinal… La ciencia actual ha podido identificar y demostrar numerosos beneficios saludables que nuestros antepasados tan sólo intuían e incluso otras cualidades desconocidas hasta hace poco.
Entre otras cosas, hoy sabemos que el aceite de oliva:
– Es un potente antioxidante, gracias al alto aporte de vitamina E y polifenoles.
– Contribuye a controlar el colesterol total y a reducir el “colesterol malo”.
– En las personas diabéticas, ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
– Favorece la solidez de los huesos (interesante para las personas mayores).
– En las comidas actúa como antiácido natural y favorece además el tránsito intestinal.
– Hidrata la piel y el cabello.
Pero… ¿engorda o no engorda?
El aceite de oliva es un alimento bastante calórico pero por suerte, para aderezar una ensalada se necesita poca cantidad. Un chorrito moderado de aceite virgen de oliva alegra muchos platos y supone muy pocas calorías.
Lo que sí engorda y resulta poco saludable es el aceite en el que se han frito alimentos grasos. ¡Pero la culpa es de las grasas! Porque con la cocción, parte de la grasa de esa chuleta o de aquella chistorra se va disolviendo en el aceite. ¡Ahí sí que mejor no mojar pan! Pero una simple rebanada con un poquito de buen aceite de oliva (¡crudo!) y una pizca de sal es un placer gastronómico que, incluso si controlas tu peso, te puedes permitir con cierta frecuencia.
La cantidad que aconsejan todos los expertos es de 3 cucharadas soperas al día (unos 50 gramos).
Nuestros aceites
¿Te gustaría ampliar tus conocimientos sobre el aceite de oliva? Pues aquí te dejamos la lista de los principales tipos de aceituna:
– Picual o marteña. Originaria de Jaén. Da un aceite de tonos verdes, ligeramente amargo y afrutado.
– Hojiblanca y picuda (Córdoba y Málaga). Aceites dorados y de sabor suave.
– Arbequina (Lérida y Tarragona). Aceites de tonos verdes, muy aromáticos y almendrados.
– Empeltre (Aragón). Aceites amarillos y dulces.
– Cornicabra. Entre Castilla-La Mancha y Extremadura. Aceites muy aromáticos y de fuerte sabor.
– Royal (Cazorla, Jaén). Aceite de altísima calidad, de aroma afrutado y sabor suave.
– Serrana (Castellón). Aceites dorado-verdosos, con gran cuerpo y sabor muy afrutado.