¿Qué es el síndrome de piernas cansadas?
Las exigencias del día a día tienen mucha influencia sobre la salud de nuestro organismo y de nuestro cuerpo. Sentir cansancio tras pasar horas de pie es normal, pero si esa sensación es continua y no mejora con el descanso, entonces podríamos tener el síndrome de las piernas cansadas. No se trata de una enfermedad de gravedad, pero resulta molesta y limita la actividad diaria, por lo que es necesario tratarla.
Realmente, el síndrome de las piernas cansadas es una consecuencia de una mala circulación en las piernas. A esta situación se le denomina insuficiencia venosa crónica (IVC), una afección prolongada que se origina por un mal funcionamiento de las válvulas de las venas o lo que es lo mismo, por una serie de coágulos de sangre en las piernas.
La IVC también se conoce como flebopatía crónica y, según diferentes estudios, afecta al 20 o 30% de la población adulta, sobre todo a mujeres mayores de 50 años. Este mal funcionamiento de las válvulas de las venas causa un aumento de la presión de las mismas, derivando en hinchazón y pesadez en las extremidades, lo que se conoce como síndrome de las piernas cansadas.
Estos son los síntomas del síndrome de piernas cansadas
Para conocer si padeces este síndrome es importante que sepas de qué manera se manifiesta y cuáles son sus síntomas:
- Pesadez en las piernas. Es una sensación continua y muy molesta porque las piernas son los ejes de sujeción de todo nuestro cuerpo. Si ellas fallan, falla todo. La insuficiencia venosa provoca que las venas de las piernas tengan dificultad para dejar pasar el flujo sanguíneo.
- Dolor y calambres musculares. Tener piernas cansadas puede provocar que los músculos se resientan. Los calambres son contracciones involuntarias de los músculos, que desembocan en un dolor muy molesto en, este caso, en las piernas.
- Hormigueo. Esta sensación no es normal, aunque nos ocurre muy a menudo al estar en una misma postura mucho tiempo. La sensación de hormigueo se debe a una falta de riego sanguíneo y cuando es continuo es un síntoma de que algo no va bien.
- Picor o prurito. La sensación de adormecimiento y hormigueo también puede desembocar en la aparición de picor, que resulta muy desagradable. Además, cuanto más nos pica, más nos rascamos y es la pescadilla que se muerde la cola.
- Hinchazón o edemas. Es la acumulación de líquido en el cuerpo y es uno de los principales síntomas del síndrome de las piernas cansadas. Se agrava a medida que pasamos mucho tiempo de pie y sin ejercitar las piernas. Se alivia al reposar las piernas y aplicar frío.
- Aparición de arañas vasculares o varices. Son un entramado de vasos capilares dilatados; es decir, son marcas en la piel que surgen por la incapacidad de retornar la sangre al corazón, lo que se conoce como insuficiencia venosa. Las arañas vasculares son de menor tamaño y de color rojizo, mientras que las varices son más notorias y tienen un color más azulado.
- Parestesias nocturnas. Se trata de una sensación de adormecimiento de las piernas debido a que el nervio está bajo una presión física. Es la aparición de sensaciones punzantes, de hormigueo, de picor, de entumecimiento o de quemazón en las piernas.
¿Cuáles son las causas del síndrome de piernas cansadas?
Asimismo, para entender por qué aparece el síndrome de las piernas cansadas es fundamental conocer cuáles son sus causas. Hay factores externos que no podemos controlar pero hay otros que sí que están en nuestras manos y que podemos cambiar modificando rutinas:
- Edad: a más años, mayor probabilidad de padecer este síndrome. Es algo normal en mujeres de más de 50 años e incluso en hombres.
- Genética: si tienes algún familiar que tenga el síndrome de las piernas cansadas, cúrate en salud, porque es muy probable que tú también lo tengas.
- Morfología del pie: si tienes el pie plano es muy posible que tengas molestias en las piernas, ya que agrava esta patología.
- Vida sedentaria: la falta de actividad física afecta a la salud de todo nuestro cuerpo. Es muy importante hacer ejercicio físico para estimular la circulación sanguínea.
- Mala alimentación: repercute en un exceso de peso que deriva en la creación de edemas o coágulos en las venas.
- Estreñimiento: este factor aumenta la presión abdominal y, por ende, la presión que reciben las piernas.
- Cambios hormonales: durante el periodo y el embarazo las mujeres pueden sentir las piernas cansadas por la retención de líquidos.
- Altas temperaturas: el calor provoca la dilatación de las venas y empeora el retorno de la sangre hasta el corazón.
La principal solución al síndrome de las piernas cansadas, como hemos señalado, es cambiar hábitos alimenticios, aumentar la actividad física, evitar estar de pie demasiado tiempo y aplicar pequeños masajes en la zona afectada para estimular la circulación de la sangre.
Además, existe un complemento alimenticio que contiene una combinación de Bioflavonoides (diosmina, Rutina, Hesperidina), o lo que es lo mismo, de Vitamina P que protege la circulación sanguínea. Este complemento es Aquilea Piernas Ligeras, un producto hecho a base de plantas como el Rusco, que ayuda a revitalizar y aportar ligereza en las piernas; y el Castaño de Indias, que ayuda a reducir la sensación de pesadez ya que mejora la circulación. Además, contiene Vitamina C para ayudar a la formación normal de colágeno, fundamental para el funcionamiento óptimo de los vasos sanguíneos.