¿Cómo andan tus piernas?
En la escuela aprendimos que “el calor dilata los cuerpos”, y en verano podemos comprobar que también dilata las venas. Es una realidad: al hacerse más anchas las venas de las piernas, a la sangre le falta presión para subir desde los pies hacia el corazón. Entonces empezamos a sentir que pesan y que se cansan a los dos pasos. Los tobillos se hinchan, a menudo se nota hormigueo y a veces dolor. Si las molestias son notables o perduran varios días, lo recomendable es pedir consejo médico.
En cualquier caso, se pueden tomar medidas para aliviar dichas molestias. No es nada difícil ni complicado, y suelen resultar muy eficaces. Toma nota:
- Muévete. Tan sencillo como caminar facilita que la sangre circule como es debido. Los paseos por la orilla de la playa son formidables porque la arena y el agua masajean la zona.
- Haz ejercicios caseros para reforzar los músculos de las piernas. Son muy importantes para “sostener” las venas.
- Duerme con las piernas algo elevadas poniendo un cojín bajo el colchón. Estarás ayudando a mejorar la circulación de retorno.
- Si te sientas durante varias horas (un viaje en avión, por ejemplo), mueve frecuentemente los pies, levantando alternativamente los dedos y el talón para que los músculos de la pantorrilla “trabajen”.
- Viste prendas holgadas y evita cinturones apretados. Los zapatos, mejor anchos, cómodos y con poco tacón.
- Come frutas y verduras, y bebe agua en abundancia. Si en tu cuerpo todo “circula” bien, tus piernas andarán mejor. No abuses de la sal, de las bebidas alcohólicas ni de los refrescos azucarados.
- Después de la ducha, aplica agua fría efectuando un masaje de abajo a arriba, desde los tobillos hacia las rodillas.
- Masajea la zona con un gel para piernas cansadas; los encontrarás en tu farmacia y te ayudaran a calmar las molestias y a estimular la circulación.
- Evita el calor en las piernas. Los baños de sol, la depilación con cera caliente o las saunas, son ejemplos de lo que no se debe hacer cuando existe un problema de circulación en las piernas.
Y recuerda, no hay remedios milagrosos que solucionen los problemas en 24 horas. Sigue estos consejos a diario y las recomendaciones de tu médico o farmacéutico; verás como este verano tus piernas circularán mejor.