¿Qué es la fase del sueño no REM?
Lo primero que tienes que saber antes de adentrarnos en la fase del sueño no REM, es que el proceso de sueño está compuesto por dos fases, las cuales además están llenas de etapas diferentes y que tal vez desconoces.
Estas fases son conocidas como fase no REM y fase REM, las cuales hacen referencia a la rapidez del movimiento ocular durante el descanso o lo que se conoce en inglés como Rapid Eye Movement, de ahí las siglas utilizadas para asignarles su nombre. Es importante resaltar que estas fases se repiten hasta cinco veces durante toda la noche y se completan en ciclos que van desde los 90 hasta los 120 minutos.
¿En qué consiste la fase del sueño no REM?
La fase del sueño no REM es donde el cuerpo tiene la posibilidad de descansar físicamente a profundidad y la cual se compone de cuatro etapas progresivas que van desde el adormecimiento al sueño profundo de manera paulatina. Representa hasta el 75% de tu sueño total y es importante que cada una de sus etapas se completen para conseguir un descanso reparador.
Lleva este nombre por ser la fase sin movimiento ocular rápido, por lo que las ondas de sueño son mucho más lentas. En esta fase, tanto los procesos del cuerpo como los del metabolismo empiezan a ralentizarse progresivamente hasta alcanzar un nivel de reposo óptimo.
Etapas de la fase del sueño no REM
Es una fase que representa gran parte del descanso y como es de esperarse, se divide en varias etapas:
- Adormecimiento: es la etapa de inicio y donde comienza el descanso, que comprende la transición de vigilia al sueño. Es aquí donde la actividad ocular se vuelve más lenta y al mismo tiempo los músculos comienzan a relajarse en conjunto con los procesos metabólicos del cuerpo.
- Sueño ligero: comprende la segunda etapa del sueño no REM y es cuando comienza el proceso de sueño un poco más profundo, pero también es cierto que el cuerpo aún se encuentra en vías de conseguir su reposo completo y donde ciertas capacidades corporales se van volviendo más lentas. Aquí todavía resulta fácil despertarse.
- Camino al sueño profundo: en este punto ya la actividad corporal y metabólica tienen un ritmo bastante lento y podría decirse que alcanzan su nivel más bajo de un cuerpo en reposo, por lo que las ondas de movimiento son bastante sutiles y los procesos ocurren con mucha calma.
- El sueño profundo: es evidentemente la última etapa, donde la persona consigue el sueño profundo y descanso total. Se le debe prestar especial atención, pues es considerada por los expertos como una de las más importantes, ya que es en ella donde se determina si la persona ha conseguido o no reponer energía y lograr el descanso que su cuerpo necesita.
Como habrás podido notar, es la fase más larga del sueño y comprende los procesos esenciales para conseguir un sueño reparador durante la noche.
¿Qué sucede si se interrumpe la fase de sueño no REM?
Más de una vez te has despertado en medio de la noche por algún imprevisto o motivo inesperado. Cuando esto sucede, tu fase de sueño no REM pudo haber sido interrumpida en mitad de un ciclo, lo que puede dificultar tu capacidad para volver a conciliar el sueño. La interrupción de esta fase y sus ciclos sin duda se verá reflejada en el día siguiente.
Al no conseguir un descanso reparador, puedes experimentar un estado de ánimo bajo, sin motivación o falta de energía para realizar diferentes actividades. El cerebro es incapaz de experimentar las ondas lentas necesarias para conseguir el descanso total, por lo que se mantendrá en estado de alerta durante la noche y esto puede afectar a tu desempeño en las actividades posteriores.
Para un descanso completo es importante que completes al menos cuatro ciclos completos de sueño, de lo contrario, experimentas un cansancio constante y la sensación de que no has dormido lo suficiente.
¿Cómo puedo mejorar mi fase de sueño no REM?
Son varias las recomendaciones que puedes seguir para conseguir un descanso más reparador. Una de las más sugeridas es el establecimiento de un horario de sueño. La idea es que puedas programar tu descanso e intentar cumplir con una hora exacta para dormir y una para despertar. El objetivo es seguir esta rutina todos los días para asegurarte de que la mayoría de los ciclos se cumplan por la noche.
Evita el consumo de alimentos o bebidas que puedan acelerar los procesos metabólicos y cerebrales de tu cuerpo. Lo recomendable es evitarlo al menos cuatro o cinco horas antes de dormir, de esta manera contribuyes a que el proceso de adormecimiento sea más rápido.
El uso de un complemento alimenticio puede ayudarte a mejorar tus expectativas del sueño. Un buen ejemplo de ello es el Aquilea Sueño Forte, un comprimido de consumo diario que contribuye con la conciliación del sueño, el mantenimiento de este y el anhelado sueño reparador. Contiene extractos naturales, no poseen lactosa, gluten ni conservantes y para su pigmentación se han utilizado tintas vegetales.
Ahora que tienes una idea más clara de las etapas del sueño no REM que atraviesa tu descanso mientras duermes por la noche, puedes comenzar a tomar medidas para completar un descanso realmente reparador.
Aquilea Sueño Forte
La solución para mantener un sueño reparador durante toda la noche.