¿Es efectivo el ruido blanco para dormir?
Ante las dificultades que muchos llegan a atravesar para dormir, nunca se desestima ninguna opción que pueda ayudar a conciliar o mantener un sueño reparador. Una de estas alternativas popularizada a lo largo de las últimas décadas es el denominado ruido blanco para dormir. Con el auge de los medios de radiodifusión, muchas personas han sugerido que el ruido blanco que puede derivarse de ellos ha representado un gran aliado para superar ciertos trastornos del sueño. Este sonido se describe como una señal aleatoria que contiene todas las frecuencias y estas, a su vez, poseen la misma potencia.
El ruido blanco se asocia tradicionalmente con el sonido que emite el televisor o la radio, en especial sus versiones analógicas, cuando no están sintonizando ninguna señal. A su vez, también puede hacer referencia al sonido uniforme y permanente proveniente de un aire acondicionado en funcionamiento. Ante esta señal sonora, las frecuencias más intensas pueden ser encubiertas, lo que les impediría que puedan activar la corteza cerebral durante el sueño. Gracias a la aparición de plataformas multimedia, estos sonidos también pueden encontrarse fácilmente con solo una simple búsqueda a través de los dispositivos electrónicos.
¿Sus efectos son positivos en las personas?
Al considerarse como una extensión de sonidos en los que no prevalece patrón alguno, el principal uso o característica del ruido blanco para dormir es la posibilidad de enmascarar los estímulos auditivos más intensos presentes en el ambiente. En este contexto, el umbral de audición alcanza su máxima velocidad, por lo que de cierta forma se camuflan las frecuencias más elevadas. De esta manera, estar expuestos al ruido blanco para dormir a un bajo o moderado volumen, puede favorecer no solo la relajación, sino también ayudar a conciliar el sueño.
Por estas razones, incluso en tiendas de música o especializadas se pueden hallar discos compactos con secuencias prolongadas de dicha señal sonora, destinados al confort y descanso de las personas. Más recientemente, con el auge de plataformas y aplicaciones móviles de contenido multimedia, también existen listas de reproducción con estos recursos sonoros para quienes desean dormir con mayor facilidad. Por otra parte, el ruido blanco también puede ensamblarse en algunos aparatos electrónicos con el fin de minimizar o encubrir la intensidad de los estímulos de sonido más molestos.
Además de sus beneficios atribuidos a la relajación y al sueño, el ruido blanco también ha sido empleado para encubrir ronquidos, así como exitosamente para el tratamiento del tinnitus, una afección asociada entre otros factores al estrés y caracterizado por la percepción de sonidos de latidos dentro del oído.
¿Existen riesgos al usar siempre el sonido blanco para dormir?
Las principales contraindicaciones de usar el ruido blanco para dormir están relacionadas con una exposición prolongada al sonido en el tiempo, y por supuesto, con su emisión a un volumen muy alto, al punto de que pueda dañar la audición.
Por una parte, si la persona opta por usar siempre este conjunto de señales para dormir, a medio o largo plazo podría desarrollar algo que se conoce como reflejo condicionado, es decir, una relación de dependencia que a futuro le impediría dormir sin ese recurso. Asimismo, si quien recurre al ruido blanco para conciliar el sueño lo emplea con un volumen muy elevado, también con el paso del tiempo pueden verse afectadas sus células ciliadas, las encargadas de la percepción auditiva.
Otra de las grandes condicionantes del ruido blanco para dormir es que si bien no se demuestran mayores riesgos por su uso, en relación a sus contribuciones al sueño las evidencias científicas siguen siendo reducidas y limitadas. En este sentido, se recomienda hacer un uso prudente de este recurso y mejorar otros hábitos del día a día para tener mayores insumos que favorezcan el descanso.
¿Qué consejos seguir para conciliar el sueño?
Lo ideal para poder dormir de forma reparadora es alcanzar un ambiente de pleno silencio, en el que también se minimicen otros estímulos sensoriales como la iluminación y variaciones inadecuadas de temperatura. El sueño es un proceso regenerativo de todo el organismo y, en consecuencia, conviene evitar cualquier exposición constante a factores que, ya sea en mayor o menor medida, alteren la actividad cerebral durante el descanso.
Otra serie de hábitos también son importantes para un buen dormir, principalmente aquellos relacionados a la dieta y a la actividad física. Es recomendable tener una alimentación balanceada y disminuir el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco. A su vez, conviene incluir rutinas de entrenamiento físico y disminuir los episodios de estrés. También, existen suplementos como Aquilea Sueño Forte, que gracias a una avanzada tecnología de composición tricapa y una excelente combinación de ingredientes naturales, ayuda a conciliar el sueño, a mantenerlo durante toda la noche y lograr que el descanso sea integral y reparador.
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