Recomendaciones para dormir con calor
Cuando llegan las altas temperaturas, pueden aparecer problemas para dormir adecuadamente por la noche. Conciliar el sueño y conseguir un descanso reparador puede parecer todo un reto y un objetivo inalcanzable. Según los expertos, lo ideal es mantener la temperatura del dormitorio entre 20 y 22º C por la noche, algo que en verano es casi imposible en muchos lugares. Por lo tanto, es necesario conocer cómo combatir este calor para que no afecte al sueño y no influya ni en la salud ni en el rendimiento diario.
Por qué cuesta dormir con calor
El calor dificulta el sueño por el hecho de que el ser humano está acostumbrado a estar despierto de día, cuando las temperaturas son más altas, y dormir por la noche, con oscuridad y temperaturas más frías. Sin embargo, cuando la temperatura se mantiene alta incluso por la noche, se alteran los ritmos circadianos del cuerpo. En otras palabras, el cuerpo no tiene la capacidad suficiente de enfriarse y conseguir su temperatura apropiada para prepararse para dormir, favoreciendo la aparición del insomnio, un sueño más superficial o los despertares continuos.
Consecuencias de dormir con calor
Dormir con calor no solo puede hacer difícil conciliar el sueño, sino que también puede acarrear ciertas consecuencias. Por ejemplo, si se duerme con mucho calor, la presión sanguínea tiende a aumentar porque el sistema circulatorio intenta regular la temperatura. De modo que, en esa circunstancia, es normal sentirse más alerta de lo normal, agitado o nervioso. Además, la condensación del aire que conlleva el exceso de calor provoca sequedad de garganta.
Por otro lado, otros efectos que genera dormir con calor son levantarse cansado y sentirse más lento, irritable, irascible, con dificultades de concentración y dolor de cabeza como consecuencia directa de la falta de sueño o del sueño superficial ya mencionados (y, a su vez, porque son efectos que crea el mismo calor a cualquier hora).
Recomendaciones para poder dormir con calor
Aunque parezca difícil, existen ciertas medidas para luchar contra el calor y poder dormir mejor en las noches calurosas:
- Mantener la habitación a oscuras y ventilar: para que la habitación se mantenga siempre fresca, se recomienda tener las ventanas abiertas con las persianas bajadas para evitar que el sol entre por el día y caliente el dormitorio. Cuando ya sea de noche, se pueden subir las persianas para que acaben de ventilar y refrigerar.
- Usar tejidos naturales: los tejidos naturales como el lino o el algodón permiten una mejor transpiración de la piel. Por eso, es ideal que tanto las sábanas como el pijama sean de este tipo de tejido. Al mismo tiempo, para evitar el aumento de calor, es mejor dormir sin pijama y en solitario.
- Cenar poco: la digestión aumenta el flujo sanguíneo y el calor corporal. Así pues, se deben evitar cenas copiosas que contribuyan a digestiones pesadas e irse a dormir justo después de cenar.
- Ducha templada antes de dormir: refrescarse bajo la ducha puede resultar de gran ayuda para combatir el calor y relajarse, pero siempre hay que hacerlo con agua templada. El agua caliente da más calor y con el agua fría el cuerpo intenta aumentar su temperatura.
- Fuera luces y aparatos electrónicos: ya haga frío o calor, las luces y dispositivos activan el cerebro y no dejan que entre en modo descanso. Igualmente, estos emanan calor según su uso y es mejor mantenerlos apagados durante la noche por este motivo.
- Hidratarse y evitar hacer ejercicio: mantenerse hidratado es esencial para la salud, pero además contribuye a controlar la temperatura corporal, ayudando a que no se eleve, y a evitar la deshidratación debida al calor. Aparte, se debe evitar hacer ejercicio al menos de 2 a 3 horas antes de acostarse, ya que la actividad física también eleva la temperatura corporal.
- Elegir una habitación en la planta baja o dormir a ras de suelo: el aire caliente tiende a subir, así que siempre conviene dormir en estancias bajas, las cuales se mantienen siempre más frescas. Si esto no fuera posible, poner el colchón a ras de suelo (quitando alfombras, puesto que retienen el calor) es también una buena alternativa.
- Uso del ventilador de forma eficiente y evitar el aire acondicionado: una opción interesante para refrescar rápidamente las habitaciones es el uso del aire acondicionado. No obstante, es mejor apagarlo mientras se duerme, puesto que este aire reseca el ambiente y puede irritar la garganta. En cambio, el uso de un ventilador cerca de una ventana abierta o delante de un recipiente con hielos y sal puede hacer que el dormitorio se enfríe y cree una temperatura ciertamente agradable para dormir.
Otras opciones para poder dormir con calor
Para aquellas noches en las que se necesita una ayuda extra para dormir con calor, existen también ciertos suplementos naturales que contribuyen a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño. Algunos de estos complementos incluyen melatonina, una sustancia segregada por el organismo que interviene en el ciclo natural del sueño. El cuerpo necesita mantener unos niveles adecuados de melatonina en sangre, pero el organismo a veces no es capaz de producir la cantidad suficiente. Es por eso que los complementos con melatonina como Aquilea Sueño Express son interesantes para aquellas personas que necesitan esa ayuda extra para lograr dormir.
Además, el complemento Aquilea Sueño Express se presenta en un innovador formato spray sublingual, lo que hace que la melatonina se absorba hasta 5 veces más rápido que un comprimido a los 5 minutos, y así se pueda conseguir un inicio más rápido del sueño. Gracias a este formato en spray, también se puede llevar a cualquier parte, ideal para viajes y vacaciones de verano.
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