Qué son los Ritmos Circadianos
Nuestro organismo lleva a cabo una serie de funciones fisiológicas que se suelen repetir en un intervalo aproximado de 24 horas. Para regular estas funciones, existen una serie de ritmos biológicos. Y, entre ellos, probablemente el más popular para todo el mundo sea el ritmo circadiano del sueño.
Las personas que respetan los ritmos biológicos de su cuerpo suelen disfrutar de una mayor salud y un mejor bienestar general. No en vano, en muchas ocasiones se recomienda cumplir con una serie de horarios para habituar a nuestro cuerpo, ya sea en términos de descanso, deporte o alimentación.
Los ritmos circadianos del sueño: qué son
Los ritmos circadianos aluden a una serie de cambios físicos, mentales y de la conducta que tienen lugar en un ciclo aproximado de 24 horas. Son cambios que no solo se producen en las personas, sino que afectan a todos los seres vivos en general, ya sean animales, plantas o incluso a los microbios.
De hecho, todos los seres vivos poseen como una especie de reloj interno que va regulando y programando los diferentes cambios cíclicos que se producen. Del estudio de todos estos cambios y alteraciones físicas, mentales y conductuales se encarga la cronobiología, una disciplina encargada de controlar todo lo que sucede alrededor de los ritmos biológicos de nuestro cuerpo.
Factores que alteran los ritmos circadianos del sueño
Los ciclos circadianos del sueño están expuestos a una serie de cambios y modificaciones que afectan al bienestar del organismo. Estos cambios pueden darse a partir de diferentes factores externos. Esto va a provocar que el característico ciclo natural de luz y oscuridad del ritmo circadiano se vea alterado.
Por ejemplo, uno de los factores más habituales que altera los ciclos circadianos es el desajuste horario. Si una persona se va a dormir de forma continuada a diferentes horas, rompe la rutina de su ciclo circadiano. El cuerpo no será capaz de establecer un ritmo biológico equilibrado. Esto se da claramente en aquellas personas que trabajan en distintos turnos y alternan jornadas laborales de mañana, tarde o noche.
A su vez, tratar de dormir inmediatamente después de estar expuesto a la luz de los dispositivos electrónicos también afecta al ritmo biológico del cuerpo. Es probable que esa persona no logre descansar bien ni conciba el sueño a una hora en la que no se vea alterado su ritmo circadiano del sueño.
Hay otros factores que también pueden alterar el ritmo biológico de nuestro cuerpo. Los más comunes y habituales son los siguientes:
- El cambio de hora.
- El jet lag.
- Alguna enfermedad, dolor o trastorno que impida dormir con normalidad.
- Tratamiento o medicación.
Consejos para no alterar los ritmos circadianos del sueño
Hay una serie de medidas que cada persona puede poner en práctica para tratar de no alterar los ritmos biológicos de su cuerpo. Uno de los remedios más eficaces es llevar una alimentación sana y con proteínas de alto valor biológico para afrontar el día con la máxima energía.
Es muy importante también que cada persona establezca una hora para ir a dormir. Esto hará que el cuerpo se acostumbre a un horario definido y sepa cuándo es el momento de relajarse. Así contribuimos a un sueño más reparador, ya que de lo contrario el cuerpo no logrará habituarse a las actividades del día.
En este sentido, junto con la alimentación podemos emplear remedios que contribuyan a disfrutar de un sueño más reparador y un mejor descanso. Este es el caso de Aquilea Sueño Instant, un producto en sobres que contiene melatonina para que la sensación de sueño aparezca antes, perfecto para tomar una infusión caliente cada noche antes de ir a la cama y que forme parte de nuestro ritual para tener un sueño más reparador
Además, está formulado a base de melisa, pasiflora y amapola de California, tres plantas naturales que ayudan a que el cuerpo disfrute de una mayor relajación y obtenga un sueño mucho más reparador. Con solo tomar un sobre 30 minutos antes de acostarse, será más que suficiente.
Hacer ejercicio a diario es otro de los remedios más eficaces para no alterar los ciclos circadianos del sueño. El ejercicio no solo ayuda a conciliar mejor el sueño, sino también a reducir el estrés y la ansiedad. Dos factores estos últimos que provocan desequilibrios a la hora de dormir.
Por último, es más que recomendable dormir siempre en total oscuridad. La luz artificial o del día no ayudan a que el cuerpo se prepare para dormir. Necesita un proceso en el que la oscuridad sirva a modo de relajación.
Los ritmos circadianos del sueño, son en definitiva, un ciclo biológico que se establece en el organismo para que todo funcione a la perfección en un intervalo de 24 horas. Controlar y regular estos ciclos circadianos es clave para que se pueda disfrutar de un mejor descanso. Una alimentación sana, la ayuda de productos que contribuyan al descanso y la práctica de ejercicio físico son elementos clave para no alterar los ritmos circadianos.