¿Qué hacer antes de acostarnos para dormir mejor?
Irse a dormir no es tan fácil como apoyar la cabeza en la almohada, apagar la luz y dejarse llevar por los brazos de Morfeo. Nada más lejos de la realidad. Para poder descansar y dormir bien debemos seguir unos procesos para preparar el sueño. Hoy os vamos a dar algunos consejos para que podáis entrar en la fase del sueño de la mejor manera posible.
Lo primero de todo es que desconectemos de nuestro día a día. No debemos meternos en la cama y pensar en cómo ha ido el día, mirar el móvil o pensar en nuestros problemas. Sí, es difícil de hacer. Pero si conseguimos no llevarnos distracciones a la cama, el sueño vendrá con mayor rapidez y será mucho más reparador.
De hecho, el cerebro necesita entre 2 y 3 horas para desconectar totalmente de la energía y las tensiones provocadas por el estrés. Por eso es tan importante llegar lo más relajado a la cama y sin hacer trabajar al cerebro hasta el último momento.
Es muy recomendable, que al llegar del trabajo hagamos actividades que no tengan nada que ver con la vida laboral. Cualquier “hobbie” es válido. Pasear, tomar una cerveza con los amigos, jugar con los hijos… Eso sí, no se recomienda practicar deporte más allá de las ocho de la noche, ya que con el deporte activamos el cerebro, que es justo lo que tenemos que evitar.
Cenar dos horas antes de acostarnos es muy importante. La cena debe ser ligera y debemos comer lentamente para ayudar a hacer la digestión. Algunos alimentos que os recomendamos son las verduras, las sopas, cremas y derivados lácteos. Debemos evitar las cenas copiosas, los excitantes como el café y el chocolate, el alcohol, los fritos y la fruta.
Un factor muy a tener en cuenta es la luz. Debemos adaptar nuestro cerebro de manera progresiva a un ambiente con poca luz. Otra actividad que ayuda mucho a preparar el sueño es el masaje, para relajar la musculatura.
Una vez realizados estos pasos llegamos al momento de irnos a dormir. Es muy importante que el dormitorio sea confortable. Es decir, una buena cama, almohada, buena temperatura y sin luz ni ruido.
Seguir un ritual a la hora de ir a dormir ayuda a preparar el cerebro para ello. Por ejemplo, lavarse los dientes, programar el despertador o preparar la ropa del día siguiente.
Ya en la cama, es recomendable realizar un suave ejercicio de desconexión y relajación, como por ejemplo, acostarnos boca arriba con las extremidades separadas y repasar mentalmente todas las partes de nuestro cuerpo.
Sobre las posturas para dormir, no existe ningún estudio que certifique una postura ideal, pero sí que cada persona tiene una posición predilecta. Debemos encontrarla y colocarnos en esa posición para conciliar el sueño de manera más natural.
Ahora ya solo queda que sigáis estos consejos y veréis como poco a poco empezáis a dormir mejor. ¡Buenas noches!