¿Qué es una polisomnografía?
Una polisomnografía es un examen médico especializado en detectar y/o descartar afecciones relacionadas con algún trastorno del sueño, especialmente el síndrome de apnea obstructiva del sueño. Este estudio del sueño fue desarrollado durante la primera mitad del pasado siglo, por Hans Berger, el primero en aplicar la encefalografía en humanos.
Básicamente, es un examen que analiza las distintas variables fisiológicas y cerebrales durante las horas de sueño del paciente, por lo que literalmente se lleva a cabo mientras el mismo está dormido, conectado a una serie de sensores que conforman el polisomnógrafo.
¿En qué consiste un examen de polisomnografía?
Una de las principales variables analizadas son las ondas alfa u ondas de Berger (ondas cerebrales), referidas a las oscilaciones electromagnéticas del lóbulo occipital en momentos de relajación con los ojos cerrados, aunque aun estando despierto. El estudio comienza antes de que el paciente se quede dormido para determinar cuánto tiempo tarda en hacerlo y si está dentro del rango establecido como “normal”.
Una vez que el paciente se duerme, se estudia el principal ciclo del sueño, que se compone del sueño No MOR (sin movimiento ocular rápido) y el sueño MOR (movimiento ocular rápido). La primera etapa se refiere al adormecimiento, ese momento en el que se pasa del estado de vigilia a quedarse dormido y en el que es fácil volver a despertar. Mientras que la segunda fase se caracteriza por presentar una considerable actividad cerebral, similar a cuando se está despierto, pero con la diferencia de que los músculos se mantienen bloqueados.
Otras variables analizadas son:
- Movimientos oculares.
- Niveles de oxígeno en sangre.
- Frecuencia respiratoria.
- Frecuencia cardiaca.
- Flujo de aire hacia y desde los pulmones.
- Actividad muscular.
- Posición del cuerpo y sus cambios.
Una polisomnografía consiste en estudiar cada una de estas variables principales, así como otras secundarias que permitan identificar la ausencia de comportamientos o patrones considerados como “normales”. Por ejemplo, que la fase No MOR dure más de 10 minutos es una anomalía, y puede ser indicio de una afección diagnosticable.
¿Cuándo son necesarias las polisomnografías?
Existen algunas enfermedades que pueden tener su raíz en algún trastorno del sueño. Por eso, este examen es recomendado para personas que padezcan alguna de las siguientes afecciones:
- Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).
- Sonambulismo.
- Narcolepsia.
- Síndrome de las piernas inquietas.
- Arritmias nocturnas.
La polisomnografía nocturna es la más común, y como su nombre lo indica se realiza durante la noche. Aunque los centros de sueño o clínicas del sueño también suelen realizar el examen por la tarde si el paciente trabaja en horario nocturno. Es importante mencionar que una polisomnografía puede llevarse a cabo tanto en centros especializados como en el hogar, aunque la primera opción arroja resultados más precisos y detallados.
Aspectos a tener en cuenta para hacerse una polisomnografía
Cuando se cree que un examen de polisomnografía es necesario para confirmar la causa de una enfermedad del sueño, hay que tener en cuenta algunos aspectos sobre el procedimiento:
- Una polisomnografía doméstica es más limitada, aunque igualmente útil para detectar causas en los pacientes con problemas claramente identificables.
- La polisomnografía realizada en centros especializados es más completa, precisa y se lleva a cabo bajo supervisión profesional durante todo el proceso.
- Es recomendable evitar las siestas durante el día para no generar posibles alteraciones durante el examen.
- El examen se realiza con una serie de sensores conectados a la piel en las zonas del pecho, los brazos, las piernas y la cabeza.
- Dichos sensores empiezan a recopilar datos desde antes de que el paciente se quede dormido.
- Los sensores pueden llegar a irritar la piel de los pacientes más sensibles, aunque es algo bastante infrecuente, siendo la única complicación asociada al examen.
Alternativas para mejorar la calidad general del sueño
Por suerte para quienes se realizan polisomnografías porque padecen este tipo de afecciones, existen múltiples alternativas para mitigar los trastornos del sueño, mejorando así la calidad de vida en el día a día. Un ejemplo es Aquilea Sueño Forte, un producto pensado para aliviar problemas que impiden un óptimo descanso. Basta con ingerir una pastilla cada noche, media hora antes de ir a la cama, para activar los efectos de sus tres capas, que funcionan de la siguiente manera:
- Primera capa: esta se libera rápidamente después de consumir el comprimido, y su efecto es disminuir el tiempo para conciliar el sueño.
- Segunda capa: su liberación es más lenta, pensada para prolongarse durante toda la jornada de sueño y mantenerlo sin interrupciones.
- Tercera capa: al igual que la segunda, su liberación se sostiene a lo largo del sueño, para que el mismo sea más reparador gracias a un efecto relajante.
Entre sus principales ingredientes se encuentran la melatonina, la valeriana, la melisa, la amapola de California y la pasiflora.