¿Por qué me cuesta dormir?

No dormir lo suficiente o con la calidad del sueño necesaria para descansar tiene importantes efectos negativos en nuestro bienestar. Diversas causas pueden hacer que nuestro sueño tenga varias interrupciones durante la noche, afectando la calidad de vida durante toda la jornada.

Una noche sin el descanso adecuado hará que nuestro día posterior sea menos productivo, se nos haga más largo y nos sintamos más frustrados e irritables.

Causas frecuentes del insomnio

Los motivos por los que una persona siente que le cuesta dormir pueden ser muy diferentes entre sí. Podemos distinguir varios tipos de causas por las que nos cuesta mucho conciliar el sueño: las físicas, las psicológicas y las ambientales.

Causas físicas

• Una digestión pesada por haber cenado copiosamente.
• Ingesta de alcohol, ya sea ocasional o rutinaria.
• Dificultades respiratorias causadas por alguna patología o por alergias que impidan una respiración adecuada y por consiguiente que nos cueste dormir.
• Trastornos del sueño (por ejemplo, una insuficiente producción de melatonina).
• La ingesta de cafeína. Esta sustancia es un excitante natural que despierta nuestro cerebro.
• La ingesta de ciertos medicamentos que puedan dificultar la correcta conciliación del sueño.
• El tabaco y la nicotina también pueden causar insomnio, además de perjudicar nuestro sistema respiratorio, sobre todo a largo plazo si el tabaquismo es un hábito de la persona.
• El sobrepeso.
• Edad avanzada. Muchas personas desarrollan dificultades para conciliar el sueño o dormir sin interrupciones según van cumpliendo años.

Causas psicológicas

• El estrés mantiene nuestra mente en situación de alerta.
• La ansiedad, que tiene efectos similares al estrés.
• La depresión. Se manifiesta de diversas maneras. Mientras que en algunas personas puede causar letargo, en otras puede manifestarse mediante el insomnio o el sueño de baja calidad.
• Cualquier preocupación o malestar emocional que mantenga la mente demasiado activa, evitando que entre en reposo y nos cueste dormir.

Causas ambientales

• El trabajo por turnos. Si los turnos obligan a la persona trabajadora a alternar horas diurnas de trabajo con nocturnas, será difícil para su organismo desarrollar una rutina del sueño que sea eficaz para obtener el descanso adecuado.
• Exponernos durante la noche a pantallas electrónicas retroiluminadas con luz azul. Se ha demostrado que este tipo de luz inhibe la producción de melatonina, hormona que producimos de manera natural y que rige los ciclos de sueño.
• Temperaturas inadecuadas.
• Dormir en un sitio incómodo, ya sea a causa de una cama no adaptada a nuestras necesidades o porque haya ruidos molestos u otras distracciones, como luces u olores que nos resulten desagradables hacen que nos cueste dormir.
• Viajar. Muchas personas no son capaces de conciliar el sueño con normalidad si están en un dormitorio que no es aquel al que están acostumbrados.
• Cambios horarios, ya vengan motivados por viajes (como es el caso del famoso jet lag) o por variaciones en nuestra rutina diaria.

Cada causa puede tener sus distintas soluciones. Si perduran en el tiempo, pueden acabar causando insomnio crónico, el cual es muy perjudicial para nuestra salud en general.

Además, muchas de estas causas pueden coincidir entre ellas, incluyendo aquellas que pertenecen a distintas categorías. Por ejemplo, podemos padecer estrés, una alergia respiratoria (al polvo, por ejemplo) y tener la costumbre de mirar mucho el móvil antes de dormir, reuniendo así causas de los tres tipos. Saber por qué nos cuesta dormir es esencial para ponerle remedio al problema.

Elabora una correcta higiene del sueño

Desde hace años, la expresión higiene del sueño ha ido ganando terreno para definir los hábitos que facilitan un sueño reparador y saludable. Para desarrollar nuestra propia y personal higiene del sueño debemos eliminar aquellos hábitos que impiden que podamos dormir bien y adoptar medidas que nos faciliten disfrutar las horas de descanso durmiendo cómodamente.

Si te cuesta dormir, es necesario que empieces a valorar las horas nocturnas como una medicina natural que evitará que acabes necesitando otro tipo menos agradable de medicinas. Por eso, sustituir hábitos que generan insomnio por otros que te procuren noches más plácidas será una excelente apuesta de presente y de futuro para tu bienestar.

Ayuda natural para dormir mejor

Entre los hábitos que contribuyen a dormir mejor podemos incluir una ayuda extra como es Aquilea Sueño Compact, un compuesto elaborado a base de ingredientes naturales como la valeriana y la pasiflora, además de la amapola de California. Todas estas plantas tienen una reconocida eficacia como ayudas naturales para conciliar el sueño.

Además, Aquilea Sueño Compact incluye melatonina (sustancia reguladora del sueño), cuyo aporte favorece el correcto cumplimiento de los ciclos circadianos de nuestro organismo y ayuda a que no nos cueste dormir.

Aquilea Sueño Compact ha mejorado su composición para integrar los comprimidos con dos capas: una de liberación inmediata y otra de liberación retardada. En la primera capa se libera la melatonina para facilitar el inicio del sueño. En la segunda capa se liberan los extractos naturales del comprimido para contribuir a un sueño reparador y sin interrupciones a lo largo de toda la noche.

Con el poder natural de estos ingredientes, dormir mejor será más fácil y un sueño más descansado repercutirá en nuestro bienestar a corto y largo plazo.