Mi bebé no duerme
“¿Por qué mi bebé se duerme y se despierta enseguida?” o “¿por qué mi bebé no duerme?” son algunos de los interrogantes que más inquietan a los padres de niños pequeños. Conseguir que un bebé se duerma y que lo haga durante períodos más largos puede resultar todo un desafío; sin embargo, la tarea no es imposible, solo deben seguirse una serie de consejos y recomendaciones.
¿Por qué mi bebé no duerme?
Son múltiples las causas por las que un bebé no duerme. Te sorprenderá saber que la alimentación juega un papel clave en el descanso de los pequeños. Y es que las tomas, aunque sean las recomendadas, pueden ser muy frecuentes a lo largo del día y, en ocasiones, es posible confundir el hambre con la ansiedad de los bebés. Es por eso que muchas madres, al oírlo llorar, lo alimentan de inmediato. Así, el bebé se acostumbra a llorar y recibir alimento, y si lo hace de día, también lo hará por la noche.
Darle el pecho al niño para que se duerma es también un error muy habitual. Esto hace que el niño asocie el momento de dormir con tomar el pecho por lo que, para volverse a dormir, si despierta a mitad de la noche, llorará y esperará recibir alimento.
Los hábitos también influyen en el descanso de los bebés. El tenerlo todo el día en brazos, aunque puede antojarse mucho a las madres, no es la mejor idea. En realidad es un mal hábito que hará que, por la noche, el bebé también quiera que lo sostengan; en consecuencia, no dormirá ni dejará dormir a sus padres.
Cuando un adulto toma una siesta larga por la tarde es muy posible que le resulte difícil conciliar el sueño por la noche; lo mismo ocurre con los bebés. Es verdad que los bebés necesitan dormir muchas horas durante el día y la noche, pero es más aconsejable que el bebé duerma más por la noche que por el día, por lo que las siestas diurnas excesivas deberían moderarse.
La mala postura para dormir también hace que el bebé no duerma, siendo un papel clave en su descanso, por lo que colocarlo en una postura incómoda se traduce en no dormir. Colocar a los bebés para dormir parece fácil, pero en realidad encontrar la postura ideal para los pequeños es bastante complejo. Por último, los nervios también hacen que el bebé no duerma todo lo que necesita; por ello es aconsejable utilizar relajantes como baños calientes o masajes para ayudar a los pequeños a tranquilizarse.
¿Cómo dormir al bebé?
Los bebés deben dormir en ambientes que estimulen la tranquilidad y el sueño. Por ejemplo, a muchos les da miedo la oscuridad, por lo que es aconsejable colocar una luz tenue en la habitación y evitar los ruidos fuertes al menos hasta que el bebé haya conseguido dormirse. Una buena alternativa es poner a dormir al bebé en la habitación de los padres, pero no en la misma cama, pues esto resulta peligroso.
Además de generar un ambiente propicio para el descanso, es importante desarrollar un ritmo de sueño. Los bebés recién nacidos tienen ciclos de sueño de 16 horas o más al día que se ven marcados por la alimentación. A medida que el bebé crece, requiere de tomas menos frecuentes de leche, por lo que puede ir estableciéndose un ritmo de sueño. Para cuando el niño cumpla su primer año, ya debería dormir cerca de diez horas por la noche.
Para un mejor descanso, tanto de los bebés como de los padres, es aconsejable crear una rutina específica para irse a la cama; aquí pueden darse baños calientes a los bebés y otras actividades como cantarles, leerles, etcétera. La rutina debe empezar antes de que el bebé esté demasiado cansado y en una habitación tranquila y con poca luz.
El momento en el que se coloca al niño en la cuna resulta crucial, ya que puede hacer que el bebé no se duerma. Esto debe hacerse cuando esté somnoliento, pero despierto. ¿Por qué hacerlo? Esta estrategia permite que los niños asocien la cuna con el quedarse dormido. Colócalo boca arriba para que se duerma y no olvides retirar peluches, telas y otros objetos blandos que puedan causar asfixia.
Durante la noche, si tienes que entrar a la habitación del bebé, procura hacerlo con cuidado. No enciendas las luces, háblale con suavidad y muévete despacio. Esto evitará que el bebé se despierte por completo mientras lo alimentas.
Enseñar al bebé a dormir puede ser una tarea difícil para los padres, pues requiere de mucha paciencia. Enséñale que las noches son para dormir y no para jugar e intenta adaptarte a sus horarios naturales. Es decir, si se despierta muy temprano o se duerme muy tarde, deberás seguir toda la rutina alrededor de estos horarios.
¿Cómo ayudar al bebé a dormir?
Además de los consejos descritos en el apartado anterior, también puedes contribuir al descanso de tu bebé con un producto como Aquilea Sueño gotas. Se trata de un complemento con una fórmula de melatonina, manzanilla y melisa. Las propiedades de estos ingredientes ayudan a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño, relajar y calmar antes de dormir y descansar.
Aquilea Sueño gotas no es apto para bebés de menos de seis meses y se recomienda consultar con un pediatra antes de su uso. Se debe administrar en una dosis de cuatro gotas antes de poner al bebé a dormir, preferentemente a la misma hora.