Evitar despertares nocturnos
Cuando se habla de problemas de sueño, la mayoría de las personas piensa en el insomnio, pues esta es, probablemente, la condición más conocida. El insomnio consiste en la incapacidad o extrema dificultad para conciliar el sueño; sin embargo, ¿qué sucede cuando es fácil dormirse pero constantemente la persona se despierta? Esto es lo que se llaman despertares nocturnos y es mucho más común de lo que puede pensarse.
Experimentar despertares nocturnos depende mucho de cada individuo. Hay quienes pueden inmediatamente conciliar el sueño después, pero vuelven a despertarse más veces durante la noche. Por otra parte, hay quienes despiertan de madrugada y necesitan de horas para poder dormir de nuevo, o simplemente no pueden volver a dormir.
Esta constante interrupción del descanso, además de hacer que las personas estén cansadas por no lograr un sueño reparador, puede acarrear otro tipo de molestias como estrés, falta de concentración, debilidad, etc. Por esa razón, es recomendable buscar formas de mejorar esta situación.
¿Por qué suceden los despertares nocturnos?
Existen varias causas por las cuales las personas suelen despertarse en la noche, pero todas son tratables, por lo que no hay razón para alarmarse.
- La alimentación: muchos de los problemas que pueden afectarnos provienen de la alimentación, por lo tanto, es necesario estar atentos sobre este aspecto de la vida. En este caso, comer una cena abundante e inmediatamente acostarse es una muy mala idea. Si esto se hace, significa que el cuerpo estará haciendo la digestión de una gran cantidad de comida en el momento en el que se observa menor gasto calórico.
¿Qué sucede entonces con el cuerpo? Este digiere los alimentos con mayor lentitud, es propenso a generar mayor cantidad de ácido y, además, mantiene el organismo más activo de lo que debería, lo que causa despertares nocturnos en un intento de digerir todo con mayor facilidad.
- Estrés y ansiedad: estos dos estados mentales y emocionales son enemigos número uno del sueño. Más allá de sanar el cuerpo para poder dormir, muchas veces lo que se necesita es explorar la mente y descubrir qué sucede.
La ansiedad se caracteriza por mantener a la persona siempre alerta y, usualmente, con pensamientos rumiantes y preocupaciones que van desde lo más grande hasta lo más pequeño.
Por su parte, el estrés se caracteriza por sobrecargar la mente hasta el punto de que parece casi imposible descansar, pues se está en un constante estado de tensión, frustración o enojo.
Conciliar el sueño es una tarea difícil bajo estas condiciones, pero también es mantenerlo. Esto se debe a que la mente no logra llegar al estado de relajación necesario para disfrutar del descanso, lo que causa despertares repentinos y malos sueños, entre otras cosas.
- Ritmo circadiano irregular: es el ciclo regulador de todos los cambios que experimenta el cuerpo durante el día. Este, usualmente, está atado al ciclo de luz solar. Debido a esto, el organismo está más activo con el sol; sin embargo, cuando llega la noche suele haber un aumento de hormonas como la melatonina y se ralentiza el organismo, entre otras cosas.
Interrumpir el ritmo circadiano constantemente con trasnochos, por ejemplo, puede provocar despertares nocturnos y mayor dificultad para conciliar el sueño, pues el cuerpo estará trabajando con un ciclo irregular.
¿Cómo evitar los despertares nocturnos?
Al ya tener una idea sobre las causas de los despertares nocturnos, es posible trabajar para evitar que esto suceda.
Recomendaciones generales:
- Cenar algo ligero y esperar, como mínimo, una hora y media antes de irse a dormir para evitar una digestión pesada que interrumpa el ciclo de sueño.
- Tomar un momento antes de dormir para meditar, evitando así llevar el estrés del día a la hora de dormir. De la misma forma, la meditación también puede ayudar a la ansiedad.
- Tener horarios fijos para despertarse y para irse a dormir para que el ritmo circadiano pueda regularse. En caso de necesitar interrumpirlo debido a razones externas, intentar volver al horario normal en el menor tiempo posible y evitar cambiarlo con frecuencia.
- Planificar una rutina antes de la hora de dormir como leer un poco, lavarse la cara, tomar un baño o escribir. De esta manera, el cuerpo asociará esta actividad con el inicio del ciclo nocturno antes del sueño y se preparará para dormir.
- Consumir suplementos alimenticios como Aquilea Sueño Express, pues tiene melatonina que ayuda con la regulación del ritmo circadiano y la conciliación del sueño.
- Intentar no hacer actividades laborales o de entretenimiento en el dormitorio, para que el cuerpo asocie esta habitación específicamente con el sueño. Es decir, evitar llevar el ordenador a la cama, comer en ella o jugar con el móvil.
Con estas recomendaciones es posible comenzar una mejor rutina de sueño, lo que evitará los constantes despertares nocturnos que afectan al bienestar del organismo.
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